Manuel Malaver: Haciendo la guerra económica, Maduro acabó con la economía

Manuel Malaver: Haciendo la guerra económica, Maduro acabó con la economía

thumbnailmanuelmalaver

Todos sabemos que la “guerra económica” fue una patraña de Maduro, y sus asesores cubanos, para arrasar con lo poco que quedaba del comercio privado,  y transferirlo, íntegramente, al corrupto sector público.

Lo que no sospechaban los “aprendices de brujo” -y mucho el aprendiz de todo que llaman Maduro- era que al asignar desde Cadivi o la Cencoex la colosal cantidad de dólares que se necesitaban para importar, no a los empresarios privados, sino, a los ministros corruptos y sus bolichicos, estos últimos depositarían los dólares en sus cuentas cifradas del exterior, y se olvidarían de comprar, no dijo electrodomésticos, equipos de sonidos, computadoras, carros, ropa, calzado: trenzas de zapatos.





Y fue así cómo, de la  noche a la mañana, en Venezuela empezó a faltar de todo, el país se convirtió en una selva amazónica de anaqueles vacíos, y la estanflación, -el bajo crecimiento con inflación-, fue derribando los salarios, mientras los precios se elevaban a alturas inalcanzables.

Lo corruptos de todos los pelajes, sin embargo-los nacionales y extranjeros, los públicos y privados, los socialistas y los capitalistas-estaban satisfechos, se habían llevado hasta el último centavo y nos dejaban a un hablador de paja que decía que capitaneaba una “guerra economía”.

Cuando ya no había economía, porque toda, toda había desaparecido,  la había pulverizado la conflagración en que ricachones, que ya están a resguardo en el exterior, aparecieron en la Banca de Andorra y el HSBC con cuentas de hasta 1000 millones de dólares.

Pero es solo la punta del iceberg, o los robas gallinas, porque de funcionarios como el “Comando” o el “Rojo rojito”, o del “Dieguito” o del “Tuerto,  se dice que pueden ostentar cantidades de hasta 12 cifras.

No tardarán en aparecer, pues ni siquiera en las recientes bancarrotas de  México, Argentina y Grecia hubo corruptos que robaran tanto.

Aquí si, porque es que en materia de depredaciones, nadie da muestras de tanta ferocidad como los revolucionarios y socialistas.