Exequíades Chirinos: Maduro desesperado

Exequíades Chirinos: Maduro desesperado

thumbnailexequiadeschirinosPor allá a principios de los ´90, la cantante española Martha Sánchez popularizó el tema “Desesperada” cuya letra, en una de las estrofas, dice: Desesperada/ porque ya no sé dónde está mi sueño/ni por qué se fue”.

Melodiosa, pegajosa y sentimental, retrataba a un personaje desesperado que aun cuando se creía feliz verdaderamente vivía a lo interior una tragedia, un laberinto sin salida que se reflejaba en: “Camino bajo el sol pero es invierno en mi corazón”.

Semejante es la desesperación del presidente Nicolás Maduro y de su séquito que encabeza Diosdado Cabello y al cual le siguen Ministros y los denominados popularmente enchufados en cargos de representación popular o aquellos aspirantes a serlo, dado que el sueño de seguir en el poder se diluye, se difumina, se escurre irremisiblemente.





Cual personaje del tema de Martha Sánchez, intentan “dejar la oscuridad sepultada en la profundidad del mar” pero mientras más lo intentan más densa es la penumbra porque que en Venezuela esa noche cerrada y tenebrosa para el madurismo – chavismo es equivalente al voto castigo que se avizora concurrirá masivamente a las urnas electorales el próximo 6 de diciembre.

Nicolás Maduro es un gobernante desesperado en múltiples sentidos: a lo interno y externo del país. Desesperado ante el estruendoso fracaso de sus políticas públicas causante de más grande escasez de bienes observada en toda la historia del país: en hiperinflación y en el odio de la gente expresado en todas y cada una de las miles de colas que se forman a lo largo de la geografía venezolana.

Desesperado cuando recurre al recurso perverso de la inhabilitación revelando la faz de quienes se sienten derrotados, de aquel jugador de dominó que, viéndose perdido, acusa de trampa al contrincante para abortar la jugada y tumba la mesa.

Además, porque la inhabilitación produce un efecto bumerán contra los candidatos oficialistas y directamente contra el gobierno nacional, debido a que la gente sabe que recurren a ese mecanismo porque carecen de votos y de simpatía, incluso entre su propia gente.

Maduro está consciente de que la Tarjeta de la Unidad podrá fin a su gobierno autoritario en virtud de que la próxima Asamblea Nacional rescatará la democracia, las libertades conculcadas y pondrá fin a esa perversión de la reelección indefinida.

Desesperado porque apostaba a que un partido político se desligara de la Unidad pero sabiamente esta organización se sumó a la causa unitaria y ahora la Tarjeta Única es para Maduro y sus candidatos la estaca temida por Nosferatu.

A nivel internacional, Maduro está desesperado porque su Cancillería es torpe e incapaz de responder con iniciativas eficaces a la estrategia de Guyana, cuyo gobernante sabe muy bien jugar el ajedrez internacional y se le planta cara a cara a Maduro.

Y aún más desesperado porque mientras Cuba emerge como el gran amigo de los Estados Unidos, el gobierno de Venezuela está siendo caracterizado por la Organización de las Naciones Unidas como violador de los derechos humanos, censor de la libertad de información, de opinión; y en el plano financiero internacional como la próxima nación que le hará comparsa a Grecia, sumergiendo en la mayor pobreza a todos los venezolanos.

@exequiades