El País: Nicolás Maduro intensifica la guerra contra el sector alimentario

El País: Nicolás Maduro intensifica la guerra contra el sector alimentario

Foto archivo
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Nada desvía al presidente Nicolás Maduro de su empeño por convertir a Venezuela en un remedo de los países comunistas de la Guerra Fría.Su Gobierno decidió el pasado miércoles tomar un terreno en La Yaguara, una zona industrial de Caracas, para construir viviendas populares, reseña El País.

El espacio sirve de centro de distribución de las empresas Pepsi Cola de Venezuela, Cargill y Alimentos Polar.

La mañana del jueves los consejos comunales, organizaciones de base del chavismo, celebraban la decisión. Los empleados de las compañías afectadas protestaban antes de que la Guardia Nacional tomara las instalaciones. “Trabajo sí, expropiación no”, gritaban como consigna.





El pasado 26 de marzo Maduro se había comprometido con la comunidad de Antímano, de tradición chavista, a construir viviendas para 140 familias.

El noble propósito del chavismo de intentar saldar la deuda social y destinar los mejores terrenos de la capital venezolana para la gente está colisionando con la urgencia de garantizar el despacho de productos básicos en la peor crisis de abastecimiento de los últimos tiempos.

La decisión manda una pésima señal a las empresas que aún producen en Venezuela y revive al monstruo de las expropiaciones por utilidad pública, un recurso muy utilizado por Hugo Chávez, pero al que casi nunca ha apelado el Gobierno de Maduro.

Empresas Polar, principal productor de insumos de la canasta básica, emitió un comunicado en el que denuncia que el despacho de los productos de sus filiales Pepsi Cola y Alimentos Polar se ha interrumpido. Desde ese centro de distribución salían cada mes 12.000 toneladas de alimentos y seis millones de litros de bebidas a 19 municipios del área metropolitana de Caracas y los vecinos Estados de Vargas y Miranda.

También hay riesgo de pérdida de empleos en un país con un alto índice de emprendimiento y con pocas plazas vacantes por la falta de inversión privada.

La compañía asegura que la situación afecta a 477 trabajadores de Pepsi Cola Venezuela y 138 de Alimentos Polar, y que la operación del centro de distribución genera 1.400 empleos indirectos. Cargill, que produce aceites, harinas y pastas, emplea a unas 170 personas.

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