EPA, la superferretería del Caribe que ha sabido lidiar con los “precios justos” de Maduro

EPA, la superferretería del Caribe que ha sabido lidiar con los “precios justos” de Maduro

1438356596_244890_1438357133_noticia_normalEl Gobierno venezolano de Nicolás Maduro está en guerra abierta con el comercio al menos desde octubre de 2013, cuando decretó el llamado Dakazo, la ocupación de tiendas —por esos días, sobre todo, de electrodomésticos— para confiscar su mercancía y subastarla compulsivamente “a precios justos”. No luce como el ambiente más estimulante para desarrollar un negocio al por menor. Pero ante la larga historia de emprendimiento de la familia Blohm, tal vez aparezca en perspectiva como apenas un incidente más.

Georg Blohm llegó a Venezuela en 1829, desde la muy hanseática ciudad de Hamburgo, con escala previa en la isla de Saint Thomas, entonces una factoría comercial danesa en el Caribe. Fundó en 1835 su primer establecimiento. A partir de allí Blohm y sus descendientes enfrentaron revoluciones, bloqueos, decomisos. En 1945, el consorcio familiar quedó disuelto por un decreto gubernamental que afectó a los negocios de descendientes de alemanes en las postrimerías de la II Guerra Mundial.

Sin embargo, los descendientes de Georg Blohm se las arreglaron para desarrollar sus operaciones y diversificarlas. A fines del siglo XX, sus intereses se repartían entre las actividades de servicio e industriales, desde la hotelería hasta la metalmecánica. Como quiera que su fuerte estuvo desde los inicios en la exportación-importación, no es de extrañar que se hayan destacado en el retail. En los años 60 crearon la primera, y todavía emblemática, cadena de tiendas por departamentos, Beco, y en 1992 la primera ferretería de autoservicio en grandes superficies, EPA.





VALENCIA, EL COMIENZO
Ferretería EPA, con cuarteles generales en la ciudad de Valencia (capital del estado Carabobo y meca de la industria ligera en Venezuela), fue un concepto pionero en el país que corresponde a la categoría de ‘bricolaje para el hogar’, a la manera de marcas como Home Depot y Lowe’s en el mercado estadounidense, o Leroy Merlin en el Europeo. Si bien en Venezuela la mayoría de las ventas en la categoría se registra todavía en las ferreterías tradicionales de anaquel, el concepto ha ganado terreno. En medio de los vaivenes del país EPA mantiene 16 tiendas de gran formato en nueve ciudades, y cerca de 2.500 empleados. Pero lo más importante, inició su expansión internacional en 2004, siendo el primer concepto venezolano de comercio masivo que se exporta con éxito.

Por su proximidad geográfica y cultural, y las interesantes tasas de crecimiento y necesidades de infraestructura en la región, Centroamérica se convirtió en un área natural para la expansión. En 2005 EPA abrió su primera tienda en Costa Rica, donde hoy cuenta con alrededor de 800 empleados y cuatro locales de 7.000 metros cuadrados de superficie en promedio. La marca se ha hecho líder en el mercado ferretero costarricense. Y se propone hacer otro tanto en El Salvador, donde está presente con una tienda desde 2011.

La apuesta sigue en firme. Este año la empresa espera abrir sus dos primeras tiendas en Guatemala, y una quinta en Costa Rica en 2016. Así completará nueve locales en América Central en una década, más de la mitad de los que abrió en Venezuela durante sus primeros 23 años. La decidida expansión de la marca obedece a una decisión estratégica que apuntó a una región con una clase media en crecimiento y que todavía no había sido atendida por los grandes jugadores de la categoría, como la estadounidense Home Depot o la chilena Sodimac (del grupo Falabella). “Nosotros vamos allá donde haya clientes que nos prefieran”, condensa la fórmula de EPA su gerente general, Juan Francisco España.

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