Los deportistas han sido figuras que siempre han estado ajenas a la política, incluso muchos de ellos se ofenden al consultarles sobre este tema tan delicado, sobre todo en nuestro país. Para muestra de ello, aquella gran frase del medallista olímpico Rubén Limardo, que tiempo más tarde, la dejaría en el olvido para sumarse a las filas del partido del Gobierno y adentrarse en una campaña por un curul en la Asamblea Nacional.
“No quiero que me vinculen con la política, porque yo soy un deportista y es de lo que sé”, expresó Limardo luego de haberse ganado el reconocimiento de Venezuela al haber traído con sí su primera medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2011. Pero, quién diría que ahí fue donde empezó todo, pues pudo conocer al entonces presidente Hugo Chávez, quien seguramente le inoculó la hormiguita de la política, que hoy le hizo dejar a un lado sus creencias deportivas.
Esto nos lleva a realizar una recopilación de algunos de esos deportistas venezolanos, quienes también dejaron atrás el deporte para dedicarse a otro tipo de proeza, como lo es la política y otros que solamente se conformaron con venerar a la revolución de Chávez y ahora de Maduro y ser reconocidos por esto y no por su talento deportivo. (RL/LaPatilla.com)
Magglio Ordoñez, exgrandeliga y ahora alcalde “ausente” del municipio Juan Antonio Sotillo (Puerto la Cruz).
Por supuesto, el más reciente caso Rubén Limardo, esgrimista y ahora candidato a diputado por el Gran Polo Patriótico al estado Bolívar.
Alejandra Benítez, esgrimista, exministra del Deporte y esgrimista otra vez.
El “Potro” Álvarez, beisbolista, cantante, beisbolista de nuevo, candidato a alcaldía de Sucre, cantante otra vez, ministro del Deporte y ahora candidato al circuito Guarenas – Guatire para la AN.
Pastor Maldonado, piloto de Fórmula 1 y aunque no ha aspirado a ningún cargo político, se ha destacado en dar a conocer su gran afecto con el Gobierno actual y con su minita de oro Pdvsa.
Y nuestro caso más antiguo, el “Inca” Valero, boxeador que tampoco logró aspirar a ningún cargo público, pero no quedó duda de su amor por la revolución bolivariana.
