Rousseff dice que “jamás” ha pensado en dejar la Presidencia de Brasil

Rousseff dice que “jamás” ha pensado en dejar la Presidencia de Brasil

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff hace un gesto durante una cumbre de jefes de estado de MERCOSUR, en Brasilia, 17 de julio de 2015. El mayor partido político de Brasil seguirá apoyando por el momento a la impopular presidenta, Dilma Rousseff, a pesar de la dimisión de uno de sus líderes, aunque la situación podría cambiar si una esperada recesión genera agitación social, dijeron líderes de la formación. REUTERS/Ueslei Marcelino
Foto: REUTERS/Ueslei Marcelino

 

Según reseña una nota de la agencia EFE, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó durante una entrevista a un canal de televisión que “jamás” ha pensado en dejar su cargo, a pesar de los fuertes movimientos para un eventual juicio político en su contra, de la crisis política y de los problemas que afronta la economía del país.

“Jamás pienso en renunciar”, señaló Rousseff en una entrevista concedida al canal SBT, en la que aseguró que aún con la “redemocratización” del país, tras una dictadura militar que gobernó entre 1964 y 1985, “hubo sistemáticamente intentos de golpe”.

De acuerdo con la presidenta, “la cultura de golpe (de Estado) todavía existe, pero no creo que haya condiciones materiales de ocurrir”, en una crítica al intento de destituir a “una “representante legítimamente electa por el voto popular”.

La democracia, por la que fue reelegida en octubre pasado para un segundo mandato hasta 2018, “exige respeto a la institución, un respeto fundamental no solo para mí sino para todos los presidentes que vendrán después de mí”, apuntó.

La jefa de Estado habló también sobre las manifestaciones previstas para el próximo domingo, promovidas por la oposición y en las que se pide un juicio político a su gestión, motivado por el gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras y los problemas que afronta la economía del país.

“No somos más una democracia con infantilismo y lo que tenemos que evitar es la intolerancia, que lleva a conflictos que no tienen solución y dividen al país”, comentó Rousseff, quien además aseveró que no cree en un “Brasil fascista”.

No obstante, la mandataria admitió errores de su gestión que impidieron el flujo de las inversiones y manifestó que los cambios por los que pasó el país, después de las elecciones de 2014, pueden ser interpretados por la población como una “ruptura de sus promesas” de campaña.

“Soy humana y puedo haber cometido varios errores, pero no son de esos errores de los que hablan. Creo que me pude haber esforzado más para que Brasil no tuviese tantos aprietos para la inversión”, subrayó Rousseff.

Sobre el ajuste fiscal propuesto por el Gobierno y que redujo beneficios en los trabajadores, por ejemplo, la presidenta expresó que tuvo que tomar “coraje” para adoptar medidas “que no quería hacer”.

El rechazo a gestión de la mandataria, según recientes encuestas, supera el 70 %, mientras que el índice de aprobación, que mide su popularidad, está por debajo del 10 % en todos los sondeos, en su peor nivel desde que asumió el poder en 2011.

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