El 19 de marzo de 2014 fue detenido Daniel Ceballos por el SEBIN y sin mediar orden judicial lo trasladaron a la sede ubicada en Plaza Venezuela. En el mismo estacionamiento de la policía represiva de este régimen, mi hermano y líder de Voluntad Popular en el Táchira, fue sometido a maltrato físico y sicológico, y obligado a firmar una declaración a través de la cual dejaba constancia que los funcionarios policiales le habían leído y respetado sus derechos constitucionales al momento de su aprehensión. Posteriormente, fue trasladado a la sede del SEBIN en El Helicoide, y luego de varias horas sin conocer ni sus familiares de su paradero, se supo que se encontraba detenido en la cárcel militar conocida como Ramo Verde.
Así comenzó el vía crucis carcelario cruel e inhumano de un venezolano cuyo único delito fue pensar diferente y adversar a un gobierno que está arruinando al país. Fueron 510 días de humillaciones, maltratos físicos y verbales, vejámenes, intimidación, brutalidad, maldad y muchos delitos más de lesa humanidad que sufrió Daniel en esa cárcel donde aún se encuentra también pasando las mismas penurias nuestro líder Leopoldo López. Estamos seguros, sin embargo, de que la violación de sus derechos no quedará impune cuando este país logre salir de este régimen y se haga justicia definitiva.
Quedó claramente expuesta ante la opinión pública, durante todo el juicio, la inocencia de Daniel. Nunca, en ninguna audiencia, se pudo comprobar violación de alguna ley, tras la acusación del Gobierno de presunta comisión de los delitos de rebelión civil y agavillamiento por las protestas del 2014 en San Cristóbal, ciudad que lo había elegido abrumadoramente como alcalde. Una victoria que dolió mucho al chavismo y cuyo desquite no han podido aún cristalizar.
Incluso, desoyendo y desconociendo los acuerdos internacionales que Venezuela debe cumplir, la justicia injusta hizo caso omiso a la solicitud del Consejo de Seguridad de la ONU que exigió al Estado venezolano su liberación inmediata, lo cual es sin duda un acto arbitrario y limitante de los Derechos fundamentales prohibido en cualquier régimen democrático regido por un verdadero Estado de Derecho.
Este martes le otorgaron una medida de casa por cárcel. Nos reconforta saber que nuestro hermano está ya en su casa pero no nos conformamos con este dictamen injusto. Daniel no puede seguir siendo un preso político al igual que Leopoldo López, Raúl Baduel, Alexander Tirado, Antonio Ledezma, Rosmit Mantilla, Gilberto Sojo, José Luis Fernández, Eduardo García, Inés González, Magaly Contreras, Lessy Marcano, Ginette Hernández, Nicol Hidalgo y muchos otros que engrosan la lista de 75 presos de conciencia que permanecen entre rejas, algunos en sus casas, pero igualmente víctimas de una justicia injusta que los discrimina política y socialmente.
Contra eso seguiremos trabajando, luchando con una oposición unida que este seis de diciembre demostrará en las urnas electorales, con contundencia, un caudal de votos que nos llevará a ganar la Asamblea Nacional, con lo cual daremos paso a la liberación de nuestros presos políticos como primera medida y el regreso de aquellos que han tenido que salvaguardarse en otros países para no ser víctimas de la justicia injusta que aplica este régimen como método de persecución política.
En lo personal, lo reiteramos, no estamos buscando una curul en la Asamblea Nacional. Vendrán otros momentos. Pero sí estaremos acompañando a cada uno de los candidatos de las 12 circunscripciones electorales del Zulia, al diputado indígena y a quienes fueron designados en la lista de forma nominal.
De nuestros futuros diputados esperamos la medida que libere a esos 75 presos políticos. Muchos éxitos en las sesiones semanales en la Asamblea Nacional en Caracas. En lo personal yo seguiré aquí luchando por los intereses del Zulia. Por un mejor porvenir para todo el estado. Tengan la seguridad que como diputado al CLEZ continuaré la batalla que mis electores me encomendaron: un Mejor Zulia para todos.
@LesterToledo