El retorno de Irán y el desplome de la OPEP

El retorno de Irán y el desplome de la OPEP

Refinería de Teherán, en Irán / Archivo
Refinería de Teherán, en Irán / Archivo

 

  • El excedente actual de la oferta persistirá a lo largo del 2016 (Agencia Internacional de Energía/AIE)
  • La AIE considera que el suministro diario global del crudo supera a la oferta en tres millones de b/d.
  • El Banco Mundial anunció el lunes 10.08.2015 que el pleno retorno de Irán a la exportación de crudo significará la adición de un millón de b/d al suministro mundial.
  • Los productores no-OPEP aumentarán su producción en 960.000 b/d como promedio para el 2015 lo cual los llevará a producir un total de 57.46 millones b/d.
  • OPEP totalizará un promedio de casi 31,8 millones b/d durante el 2015
  • ¿Cómo elaborar una estrategia de acuerdo a los intereses de Venezuela dada la total disfuncionalidad de la OPEP?
  • Requerimos el genio de Juan Pablo Pérez Alfonso
  • El precio de la cesta del crudo venezolana tocará niveles inferiores a los $40/b durante los próximos demasiado largos meses.
  • La cesta petrolera venezolana cerró la semana del 10-14.con un promedio de $41,40/b
  • El desempeño de la cesta venezolana durante la primera quincena de agosto refleja una erosión promedio de $15/b en comparación con el promedio de mayo 2015.

José Rafael Revenga / abra360.blogspot.com/

Una declaración oficial “tumba precios”





El ministro de petróleo de la República Islámica de Irán, Bijan Namdar Zanganeh, anuló con su declaración del 02.08 todo un conjunto de apreciaciones optimistas, algunas de ellas seguramente interesadas, que proyectaban un débil y lento retorno de la capacidad del país para surtir el mercado internacional de crudo una vez suspendidas o eliminadas las sanciones internacionales que actúan como un bozal para sus exportaciones desde el 2012.

Según el ministro Zanganeh, Irán puede colocar 500.000 b/d una semana después de haber recibido la luz verde y un total de 1 millón b/d un mes después. El total de crudo iraní exportado en el 2014 alcanzó solo un promedio de 1,4 millón de b/d.

Este volumen adicional trastornará por completo –a partir de enero 2016 el nivel de precios del comercio global del crudo y desatará una despiadada competencia por invadir mercados ya surtidos por otros exportadores los cuales no tendrán otra opción que defenderse ajustando sus propios precios hacia la baja.

Formalmente la carrera hacia los precios bajos se desbocaría solo cuando Irán demuestre haber cumplido algunas de las condicionalidades iniciales del acuerdo con las seis naciones involucradas en hacerlo realidad.

Si la realidad se ajustara a los plazos formales estaríamos viendo la irrupción de medio millón de barriles iraníes en un mercado que ya está sobre-abastecido en por lo menos dos millones de b/d.

Ya hace dos meses el Ministro Zanganeh lo había advertido pero en esa ocasión estimo que se requerirían dos meses para lanzar los 500.000 b/d al mercado internacional. Es claro que durante el tiempo transcurrido Irán no se ha quedado de brazos cruzados en reabrir y modernizar sus capacidades de producción.

Un millón de b/d adicionales a partir de 01.2016

Si trasladamos nuestro foco de atención al 2016 se hace necesario basar la nueva normal en el estimado anunciado por el Ministro: “un millón de b/d a partir del primer trimestre”.

El impacto negativo sobre los precios puede anticiparse a las fechas previstas por los cálculos convencionales si tenemos en cuenta los 40 millones de barriles de crudo que Irán ha almacenado en tanqueros con los cuales podría irrumpir a un ritmo de medio millón de b/d por los próximos tres meses.

Los mercados prioritarios para la colocación del nuevo flujo del petróleo de la National Iranian Oil Company son el Lejano Oriente -en especial Japón- y Europa en donde apunta a recuperar su anterior 43% de la demanda.

No obstante el cumplimiento –parcial- de la letra del acuerdo, los devastadores efectos de un Irán resurgente de los castigos impactan ya la percepción de los traders y mercaderes del crudo.

Por lo tanto, el mercado ya ha empezado a tomar sus previsiones en torno a un considerable descenso de los precios del crudo.

Irán: una nueva potencia

Más aun, varias de las transnacionales de primer orden de magnitud adelantan la celebración de contratos de exploración y explotación de las gigantescas reservas iraníes sub-aprovechadas durante los últimos tres años.

El frenesí por participar en la reactivación de la economía iraní no se limita al desarrollo de nuevos incentivos G5+1contractuales para los inversionistas transnacionales. Irán ha sufrido un retraso importante en su desarrollo y en la calidad de vida de su gente.

El gobierno no puede hacer otra cosa que acelerar la apertura en sectores tales como tecnología, modernización de sus activos militares, construcción de viviendas y desarrollo de infraestructuras para hacerle frente al espectacular desarrollo de las naciones árabes miembros del Consejo de Cooperación del Golfo.

Por ejemplo, ya el gobierno anunció la adquisición de 80 a 90 aviones jumbo para relanzar Iran Air. Airbus y Boeing se disputan las órdenes de pedido.

Teherán se ha vuelto un candelero de visitas de empresarios y ministros franceses, italianos y alemanes urgidos de culminar provechosas negociaciones de intercambio comercial.

Una importante delegación de Japón visitó Irán los primeros días de agosto. Fue recibida con gran apertura para explorar inversiones en petroquímica, LNG, tecnología, la banca y los seguros.

A mediados del 2015 Reuters procedió a consultar a 25 analistas del mercado petrolero. Las opiniones se ubicaron en una franja entre 250.000 y 500.000 b/d de nuevas exportaciones que entrarían al mercado internacional a fines de año y un total de 750.000 b/d a mediados del 2016.

La reciente afirmación del Ministro Zanganeh apunta a volúmenes superiores que elevarían la capacidad total de la producción iraní a unos 3,6 millones de b/d y un aumento del 60% de sus exportaciones en momentos de una sobreoferta.

Una ecuación desequilibrada

En relación al nivel de los marcadores de los precios del petróleo, el mundo presencia una racha de días negros. Casi no hay un día en que un factor económico, externo a la industria, de algún país neto exportador o neto importador no deshaga el precario equilibrio entre oferta y demanda logrado 24 horas antes.

El impacto de la dinámica desatada va mucho allá de la llamada volatilidad con la cual los seguidores persiguen y justifican  la micro-variabilidad permanente de los precios del crudo. La caída de la ola en marcha a partir del 06.2015, interrumpida por un surgimiento de la cresta de abril a julio del 2015, recae de nuevo a partir de este agosto produce un valle y genera una contraola y el resultante  efecto de resaca.

Lo que ocurre actualmente podría ser mejor caracterizado como un mar de fondo que se retrae dejando a la vista el piso de la superficie. Las interrogantes fundamentales  -¿Cuál es el piso? ¿Cuán firme o estable es? ¿Por cuánto tiempo será válido?- siguen sin respuestas. Las especulaciones de los expertos no son meros escarceos intelectuales sino cálculos financieros vitales para las naciones y para las mega-corporaciones de la industria petrolera.

El martes 11.08 el crudo CLc1 USA cayó un 4% -en una sola jornada-  para situarse en $43.08/b, su más bajo cierre desde marzo 2009.

Ese mismo día, el Brent LCOc1 cayó 2,4% o $1,23/b para ubicarse en $49,18/b a pesar que el día anterior experimento un leve incremento.

Las ondas sísmicas chinas no cesan

Quizás el vector de fuerza principalmente responsable por el abrupto descenso del martes 07.08 fue la devaluación en casi un 2% de la divisa yuan (CNY) por parte del gobierno chino. Parecería que más que el impacto cuantitativo la causa actuante es cierta incertidumbre por parte de los mercados financieros en torno a lo acertado y efectivos de los ajustes al modelo económico de alto crecimiento dependiente de exportaciones crecientes  promovido por la República Popular China. La disminución de un 8,5% en el valor de las exportaciones del primer semestre actual en comparación con el mismo periodo del 2014 ha hecho sonar las alarmas de una primera alerta.

Pero más allá de una indudable causalidad de alta intensidad, considero que es conveniente visualizar la dinámica fundamental operante como el  andamiaje frágil de un equilibrio inestable.

De ser así, la búsqueda del equilibrio oferta/demanda en el mercado petrolero mundial tendera durante prolongados meses a girar en torno a los bajos $40/b en una zona con tendencia a la baja debido a cualquier circunstancia caracterizada por una baja magnitud, una alta probabilidad y un alto impacto.  Un claro ejemplo lo encontramos en la segunda devaluación consecutiva del yuan el miércoles 12.08 por el monto de 1,6% adicional 2% del día previo.

Si bien dichas devaluaciones son marginales, no lo es la sombra proyectada sobre la gestión de la economía china lo cual refuerza el efecto sobre el comportamiento de los principales centros bursátiles y, como incidencia de una segunda ola, sobre las prospecciones del bienestar económico global y, por ende, de alguna reducción en la demanda frente a una oferta desbocada por preservar y conquistar mercados frente a sus competidores.

El récipe para una caída prolonga de los precios ya se encuentra tipificada con la etiqueta “lower and longer”. El temor parcialmente justificado a una depreciación permanente afectaría de manera casi irrecuperable el nivel de precios del crudo.

El comunicado oficial del Banco Popular de China transpira un optimismo no argumentado. Al contrario afirma que el nuevo sistema de cálculo para el valor de la divisa nacional “puede dar lugar a fluctuaciones significativas a corto plazo” antes de alcanzar una zona “relativamente estable”.

Hay que tener en cuenta que las reservas oficiales chinas perdieron un valor de $300 mil millones durante los últimos cuatro trimestres. Por consiguiente, no es de extrañar que analistas de primer rango se refieren a una “debilidad persistente” de la moneda oficial china.

O sea, nuevas sacudidas telúricas de baja intensidad pueden ocurrir cualquier día lo cual tendrá un efecto inmediato sobre el valor del petróleo sometido ya a una macro-volatilidad inducida.

 ¿Ocurrirán?

Sí y con alguna frecuencia por lo menos durante los próximos tres meses dado que el Banco Popular de China (BPoC) ha declarado que dejará actuar las fuerzas del mercado pero que amortiguará desviaciones significativas. El jueves 13.08 se dio una tercera devaluación consecutiva del yuan después de la cual vino un ajuste positivo el viernes 14.08 para calmar la angustia de los mercados. Solo fue del 0,05%.

En todo caso, la depreciación la semana pasada del yuan frente al $ sumó casi un 4%. La conclusión operativa es que el gobierno chino ha decidido dejar “flotar” a su divisa.

Para China la consecuencia de su nueva política monetaria es claramente hacer más competitivas sus exportaciones pero corre el riesgo de desatar una “ola deflacionaria” a escala mundial. Si la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra deciden aumentar la tasa de interés el efecto inmediato seria el fortalecimiento del dólar. Ahora se hace poco probable que la Rserva federal proceda al aumento contemplado para ser oficializado en septiembre.

Las expectativas negativas refuerzan los vectores

El economista Albert Edwards, del City y de la Societé Generale, alerta sobre la magnitud de lo que se nos puede venir encima:

“No nos equivoquemos, esto es el comienzo de algo muy grande, de algo feo”.

Ha surgido un nuevo tipo de movimiento en el sube-baja de los precios que hace difícil una recuperación neta de los mismos: se está dando un  encadenamiento de los precios bajos en la parte de atrás de la curva con la expectativa negativa de los mismos con la parte delantera de la curva en el futuro, mar abajo.

El desplome de OPEP

En este nuevo mundo por conocer, la función primordial de la OPEP como cartel con la capacidad de acordar con sus países miembros reducciones en el volumen de producción para mantener o elevar los precios se ha desvanecido.

OPEP se ha convertido en un club cuyos socios no respetan las leyes y cuyos servicios dejaron de ser solicitados. Un claro síntoma de esta irrelevancia queda reflejado en el hecho que no ha llamado a una reunión extraordinaria para considerar los complejísimos cambios en curso. Hasta el presente no se ha modificado la agenda que fija la próxima reunión ordinaria en el distante diciembre.

Igor Sechin, el presidente de Rosneft, la gigantesca empresa ruda dedicada a la explotación petrolera y gasífera afirmó hace dos meses que EE.UU. se había convertido en  el regulador del mercado mundial mientras la influencia de la OPEP declina:

“En esencia, el único mercado que posee todos los conjuntos de las herramientas financieras y tecnológicas, es el mercado estadounidense el cual se ha convertido en el regulador clave”.

La iniciativa de Venezuela presentada, especialmente a Argelia y Rusia (no-OPEP), para persuadir a los demás miembros de la organización es un recurso inevitable pero es fiel reflejo de la dramática situación que afecta a países con insuficientes reservas que compensen parcialmente la erosión del ingreso derivado de la exportación del crudo.

Estimo que será casi imposible de convencer a los miembros agrupados en el Consejo de Cooperación del Golfo cuya estrategia difiere radicalmente de la venezolana (“cuyas condiciones son duras y complejas”) dada la amplitud de sus reservas fiscales.  Arabia Saudí ha abandonado su papel protagónico de swing producer debido a la competencia del incremento de la producción no-OPEP y de la indisciplina en acatar los techos de producción de algunas naciones miembros de OPEP.

La monarquía decidió trazar su propia estrategia anti-cartelaria la cual la conduce a proteger y hasta aumentar su cuota porcentual de sus clientes convencionales y de los mercados en alza, especialmente en el Lejano Oriente.

Venezuela tiene que reconocer esta modificación estructural del mercado e intentar formular, de ser posible, una estrategia acorde. Lo que resultaría fatalista seria continuar invocando a santos que se han convertido en tótems.

El optimismo de la OPEP

El organismo multilateral no se atreve a cantar, en mi criterio, las cosas tal como son. Su posicionamiento seguramente se debe a la estrategia de “no echar más castaños al, fuego”. En su más reciente informe mensual [ver aquí], enfatiza el crecimiento de la demanda global y la expectativa de un crecimiento del 6,5% anual en el 2015 por parte de China, el segundo mayor consumidor mundial de petróleo (10,9 millones de b/d) lo cual no marca una diferencia sensible con el ritmo del año previo.

No obstante, la OPEP reconoce  –en un lenguaje algo mas protocolar que operacional- que China es responsable del 30% del crecimiento del PNB global para concluir en: “es natural preocuparse por el derrame sobre otras economías”. En el texto a mi disposición no hay un análisis prospectivo de las consecuencias de dicho “derrame”.

OPEP estima que la demanda global crecerá en 1,38 millones de b/d en el 2016 de los cuales 330,000 b/d son atribuibles a China. La organización no destaca  que la suma total de producción de crudo de sus miembros viola el techo máximo aprobado hace anos en una cantidad cercana al 1,8 millones de b/d lo cual representa un 60%  del excedente presente en el mercado mundial.

Arabia Saudí e Iraq se encuentran entre los principales responsables al decidir que estratégicamente tiene prioridad la preservación del porcentaje de mercado ya existente en sus principales clientes. La producción de los países no-OPEP aumentará en unos 960.000 b/d.

Las dos categorías de naciones productoras garantizan en conjunto un superávit de la oferta cercano a los tres millones de b/d lo cual hace bien complejo fijar una nueva normal alrededor de $50/b.

El más reciente informe confirma un gigantesco excedente de la oferta

La Agencia Internacional de Energía es más clara en sus apreciaciones contenidas en su Oil Market Report de agosto:

“A pesar de un incremento más lento por parte del suministro no-OPEP, el suministro global continua a crecer a un ritmo desbocado el cual se sitúa actualmente en 2,7 millones b/d en comparación con hace un año. O sea que a pesar del crecimiento de la demanda el resultado neto es abismal”.

“Por lo tanto -continua la AIE-, el proceso tenderá a prolongarse dado que el excedente de suministro que cuelga sobre los mercados se espera persistirá a lo largo del 2016”.

La AIE precisa que a pesar de una reducción de 600.000 b/d en el pasado mes de julio en comparación la producción global de crudo de junio 2015, el total del volumen promedio suministrado al mercado mundial durante el segundo trimestre fue de 96,53 millones de b/d. En definitiva, en julio del 2015 el excedente volcado hacia el mercado es de 3 millones de b/d lo cual de por si explica la constante presión bajista sobre los precios.

Un nuevo cálculo de la OPEP

A su vez, la OPEP ha elaborado una estimación revisada de la curva del marcador Brent proyectada hacia adelante hasta diciembre del 2022. Lo más significativo del ejercicio es la corrección del punto de partida el cual se situaba el 01.05 pasado en unos $67/b y después de un leve incremento anual se colocaba en $75/b en el 2022. Ahora la situación ha cambiado radicalmente. Fijando el valor Brent en unos $52/b para diciembre del 2015 la tendencia de la curva hacia adelante queda duramente golpeada alcanzando solo un máximo de $65/b para diciembre del 2022 o sea una caída de $10/b en relación al primer pronóstico ya obsoleto.

El mismo cálculo proyecta un Brent no superior a los $62/b para el 12.2018. La repercusión variable sobre la “cesta venezolana”: el precio promedio de su crudo no superaría los $55/b.

Nota: Las consideraciones previas no toman en cuenta “el retorno de Irán”.

Venezuela y la OPEP

La decisión de la OPEP en cuanto a no modificar hacia la baja sus techos de producción establecidos en 01.2012 no solo es una ilustración de su venida a menos como plataforma decisoria para la fijación de los precios del crudo sino que sirve de camuflaje para la flagrante violación de los mismos.

El total de la producción correspondiente al 07.2015 de las 12 naciones inscritas en la OPEP es el más elevado en los últimos tres años. Los violadores del acuerdo sobre las cuotas de producción son: Arabia Saudí 100.000 b/d; Angola: 50.000 b/d; Emiratos: 30.000 b/d; Irán: 20.000 b/d y la  suma de Argelia, Libia y Nigeria: 80.000 b/d.

Venezuela se ve particularmente afectada por la caída de los precios del crudo. Su “cesta” promedió $56,35 en 06.2015. El promedio mensual correspondiente a 07.2015 [$49,38] reflejó una baja de casi $7/b en comparación con el mes previo para luego descender otros $7/b en el promedio de agosto prefigurado hasta el 14.08 [$41,40].

El promedio mensual correspondiente al cierre del 09.2015 seguramente se encontrará por debajo de los $40/b.

La nueva normal del petróleo

Los mercados energéticos mundiales han entrado en una nueva dinámica en la cual la única expectativa de modificación es el aumento de la demanda lo cual requiere crecimiento económico y estabilidad financiera especialmente en los principales países consumidores como China y Brasil. De no ocurrir dicho proceso de manera importante, permanecerá la actual rivalidad por asegurar la colocación de los productos en mercados sujetos a una alta competitividad lo cual seguirá presionando los precios hacia niveles inferiores.

El retorno de Irán

Una reciente confirmación del programa acelerado de recuperación de su industria petrolera y en general de su economía, la hizo pública Mehdi Hosseini, asesor principal del ministro de petróleo iraní Bijan Zangeneh. Hosseini anuncio el plan de incrementar la capacidad de producción a 5,7 millones b/d –el doble de la actual- mediante la materialización de 45 nuevos proyectos.

El asesor enfatizó la ventaja para los inversionistas de un costo de producción de $8 a $10/b lo cual haría atractivamente rentable para Irán un nivel de precios del crudo tan bajo como $30/b.

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