Caso Hergueta: El manejo de un crimen para señalar a la oposición

Carlos Eduardo Trejo Mosquera, Liana Aixa Hergueta González, José Rafael Pérez Venta.
Carlos Eduardo Trejo Mosquera, Liana Aixa Hergueta González, José Rafael Pérez Venta.

 

No superan la pérdida. “¡Es tan difícil! ¡tan macabro! No sabemos que viene ahora…solo aspiramos que la dejen descansar en paz”.  Así lo expresan los allegados de Liana Aixa Hergueta González de 53 años, quien fue sometida, asesinada y posteriormente descuartizada por dos jóvenes en Caracas la tarde del 6 de Agosto.

Por Deivis Ramírez Miranda para El Venezolano de Panamá





El dolor de sus familiares se ha visto acrecentado por el tratamiento que se le ha dado el caso. Ellos accedieron a conversar con El Venezolano de Panamá, pero guardando sus identidades.  “Tenemos mucho miedo, pero mayor es nuestro dolor y horror, estamos en shock. Exigimos protección porque el tema, más que investigado, ha sido politizado” convirtiéndolo en punta de lanza del gobierno  contra la oposición.

A través de la radio y televisión se repite que los tres presuntos criminales detenidos (Carlos Eduardo Trejo Mosquera, de 28 años, quien figura como el autor intelectual; José Rafael Pérez Venta, y Samuel José Sánchez, de 27 y 22 años respectivamente como autores materiales) son militantes activos de los partidos políticos que califica el gobierno de derecha, entrenados en Colombia para sembrar violencia, asesinar y desestabilizar al gobierno de Nicolás Maduro.

Los allegados a la víctima nos explican que el día del crimen, Liana Hergueta, acudió a una cita acordada previamente con Pérez Venta, quien se hizo pasar como otra de las víctimas del estafador Carlos Trejo, quien actuaba como cambista de dólares en este país donde no hay libertad para hacer transacciones en moneda extranjera.  Hergueta, confiada, acudió al edificio Isnotú, ubicado en la esquina Canónigos en pleno centro de Caracas. “Quería unir voluntades para recuperar su dinero”. No sospechaba que estaba sellando su muerte.

De acuerdo a las investigaciones que – según Maduro, ministros y anclas de la televisora estatal-  adelantara la policía científica venezolana, el objetivo de Trejo era vengarse de Hergueta por ésta haberle denunciado a través de las redes sociales. “El nunca le entregó los 5 mil dólares que le vendió a principios de año, pese a que ella le efectuó el pago…Hubo una jugada sucia allí, porque una vez que ella hizo el pago en bolívares, a los dos días revisó su cuenta en Estados Unidos y estaba reflejada la transacción en dólares. Luego desapareció. Nadie sabe qué pasó ahí. Eso debe investigarse bien, porque la estafaron y ese era su reclamo”, revelaron las fuentes.

Otro de los allegados nos refiere que Hergueta,  antes de llegar al lugar de la cita, le envió un mensaje a su hermana informándole donde se encontraba, acotando que “algo me parece sospechoso”.  Ese mensaje fue una alarma para la familia, pues pasadas las horas, “era imposible localizarla”.

Un dato que nos aportan es que Pérez Venta mantuvo comunicación con la hermana de Hergueta horas después de haberla asesinado: “La hermana tenía su número de contacto ( el de Trejo)  y como sabía  de la cita, le escribió preguntándole por ella”.  Pérez Venta “admitió que se habían visto esa tarde, pero solo almorzaron y tomaron café”. Incluso el indiciado simuló una conversación con la occisa a través de mensajes de PIN a los celulares enviando una captura de pantalla donde la mujer le agradecía por la comida y el café. “Ella no tomaba café. Intuíamos que algo estaba mal”. Lo que no sospechaban es que ya estaba muerta. Así pasaron las horas, llego la noche y la madrugada, la angustia crecía.  Pérez Venta, por su parte, se hacia el preocupado y le escribía a la hermana de Hergueta con regularidad, preguntando si había aparecido… Esos mensajes estaban siendo monitoreados por funcionarios policiales que ya habían recibido la denuncia de la hermana de Hergueta.

El cuerpo sin vida y descuartizado de Liana Hergueta, apareció al día siguiente, lo habían abandonado dentro de su propio vehículo Mazda 3 azul marino, frente a la entrada de un hotel ubicado en la calle Los Manolos de la avenida Andrés Bello, Los Caobos, conocido sector de la capital venezolana. “Ese hombre seguía con su desfachatez enviando mensajes supuestamente preocupado y era el asesino. Tenía las manos manchadas de sangre”, revelaron allegados.
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El viernes 7 agosto, en la calle principal de Los Manolos, funcionarios del Cicpc encontraron el cadáver de Hergueta desmembrado en el interior de su vehículo.

Una cinta de seguridad del hotel lo registró todo, desde que los presuntos asesinos  llegaron en el carro y lo estacionaron, hasta cuando se quitaron unos guantes y los lanzaron en un basurero, huyendo posteriormente.

El crimen atemoriza aún más a una sociedad presa del crimen, encarcelada de miedo. Una mujer descuartizada es el símbolo de la descomposición social en su máxima expresión.

La política entra en el juego,  el caso cambia de rumbo

Una veintena de políticos de oposición han sido involucrados por quien se confiesa autor del crimen, entre ellos:  Henrique Capriles, Leopoldo López, María Corina Machado, Richard Blanco, Antonio Ledezma, y hasta la actriz María Conchita Alonso. Para la investigación, todos tienen una cuota de responsabilidad. Incluso una funcionaria del gobierno norteamericano y el propio ex presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, han sido involucrados.

El presidente Maduro mostró el video en cadena nacional donde aparecía Pérez Venta explicando sus nexos políticos con todos estos personajes. Esa tesis de desestabilización importada de Colombia y gestada en un triángulo Bogotá-Madrid-Miami fue la misma que presentó el gobierno venezolano con el crimen del diputado Robert Serra, asesinado en Octubre del año pasado. Dos muertes que insiste en un plan de derrocamiento de Maduro.

 

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