“Nos tienen como conejillos de Indias con las colas”

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Hace dos semanas, en los supermercados de Anaco se volvió a aplicar la venta de productos de la cesta básica por el terminal de cédula de los consumidores. Diario El Tiempo

Comercios como el Abasto Bicentenario, Unicasa y Makro retomaron la modalidad, lo que ha desatado opiniones encontradas entre los clientes, no sólo de Anaco, sino de todos los municipios de la zona centro, pues hacia esa ciudad se movilizan muchos con la esperanza de hallar allí lo que no consiguen en sus jurisdicciones.





En las colas por productos de primera necesidad sobran los debates acalorados sobre el mecanismo de venta. Hay quienes apoyan el uso de captahuellas (sistema biométrico) y otros, las ventas por número de cédula. Otros, ninguno de los dos.

El anaquense Carlos Vivas rechazó los dos sistemas. “El Gobierno nos tiene como conejillos de Indias. Está experimentando con el pueblo”.

Manifestó que ninguno de los dos procesos funciona, pues las largas colas no se terminan. “La única solución es que produzcan más y dejen de robar a los venezolanos”.

Rosa Rivas, ama de casa, aseveró que “es una falta de respeto” que las autoridades decidan qué día toca y cómo hay que comprar. “Las cosas deben volver a la normalidad. La gente se acostumbró a las colas. Es inaceptable que alguien apoye alguno de los dos sistemas ya que nos afecta”.

“La venta por número de cédula nos limita la compra de productos de manera consecuente. Es injusto que podamos comprar una sola vez a la semana”, comentó una docente de Aragua, que prefirió mantenerse en el anonimato.

Apoyo al sistema

Luisa Reyes, Carolina Bolívar, Soris Hurtado y otros cinco sondeados manifestaron que prefieren comprar por el terminal de la cédula. “Así es mejor. Cada quien sabe cuándo le toca”.

Bolívar aseguró que mientras se mantuvo la captahuellas las colas en los comercios eran mayores. “La misma gente compraba todos los días con ese sistema. Sólo beneficiaba a los bachaqueros”.

El albañil Ramón Aray aseveró que cuando quitaron la venta por el último dígito de la cédula no le gustó. “Hay más organización en ese sistema”.

Aseveró que el único punto en contra es que los menores de edad no puedan comprar. “Será que el gobierno piensa que ellos no comen”.

José Rodríguez manifestó que el sistema biométrico es mejor. “¿Qué pasa si yo no puedo ir cuando toque mi número? ¿Me quedo sin comprar?”, se preguntó.