En un primer reparto realizado por la Comisión Europea, de los 40.000 refugiados identificados en junio, España se comprometió a acoger 2.739 personas, recordó.
“Ahora ya hablamos de otro volumen de cifras y necesidades”, agregó, sin comprometerse sobre el número de candidatos al asilo de los que se hará cargo el país.
La vicepresidenta del gobierno precisó sin embargo que Madrid creará “una comisión interministerial” encargada de coordinar los esfuerzos en este sentido y que consultará también con las regiones y ciudades del país.
Lo importante “no es sólo acoger, es integrar”, subrayó, a las personas que lleguen a España, un país que arrastra aún un 22,37% de desempleo tras más de seis años de crisis.
Pese a no haber modificado su compromiso inicial, el jefe del gobierno conservador, Mariano Rajoy, aceptó a principios de esta semana aumentar su contribucion sin más precisiones.
Ante esta política de la cuarta economía de la Eurozona, calificada de “tacaña” por la oposición socialista, ciudades con alcaldías de izquierdas como Barcelona, Madrid, Valencia o Cádiz propusieron la creación de una red de ciudades-refugio y se multiplicaron las propuestas surgidas de la sociedad civil.
Según Naciones Unidas, en 2014 un total de 5.947 personas pidieron asilo en España (9% de la población de la UE), es decir menos de 1% del total de solicitudes en la Unión Europea ese año (625.000).
En 2014 se acordó el estatuto de refugiado a 384 personas, según la comisión española de ayuda a los refugiados.
“Nuestra posición ha sido siempre la solidaridad y también la responsabilidad”, insistió Sáenz de Santamaría, recordando que Madrid, sometida a la presión migratoria procedente del norte de África, pide desde hace tiempo “una política común en materia de inmigración y también en materia de asilo”.
AFP