El lado humano de Mitzy Capriles de Ledezma

El lado humano de Mitzy Capriles de Ledezma

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Se dice que detrás de un gran hombre hay siempre una gran mujer, pues justamente este dicho refleja la vida de Mitzy Capriles, quien desde hace 32 años es la compañera inseparable de Antonio Ledezma. A lo largo de los años se dedicó a su rol de esposa, juntos comparten 7 hijos y 8 nietos, sin importar los apellidos. NP

En cada uno de los cargos de elección asumidos por su esposo, Mitzy Capriles desempeñó su papel como Primera Dama en el área social, aunque no le gusta que la llamen así, esta mujer ha sido fundadora de 5 casas para niños en situación de calle, abrió las puertas del Centro de indigentes Lucas Pérez, puso a rodar la primera ambulancia neonatal de Caracas e impulsó la Red de Multihogares de la capital para que las madres pudieran trabajar mientras sus hijos eran bien cuidados.





Más allá de haber protagonizado estos programas importantes para Caracas, siempre se ha mantenido tras las cámaras, y ahora su vida tomó un nuevo rumbo, desde el pasado 19 de febrero del presente año cuando su esposo Antonio Ledezma fue detenido injustamente. Dejó su vida tranquila y cotidiana por una gran lucha, pues ahora es quien día a día sale adelante para gritarle al mundo la arbitrariedad cometida contra  su compañero de vida.

Hoy conversamos con Mitzy Capriles de Ledezma para conocer cómo es esta difícil etapa de su vida, en la cual se ha convertido en una luchadora, a nivel nacional e internacional, para lograr la libertad de su esposo Antonio Ledezma, sobre quien pesa una medida de arresto domiciliario y a la vez,  exigir el respeto por los Derechos Humanos de 74 presos políticos.

¿Ud se ha convertido en una peregrina por la libertad de Antonio Ledezma?

Ha sido una travesía que nos ha llevado por todo el mundo. Hemos ido y seguiremos acudiendo a cuanto rincón del planeta sea necesario para que se conozca lo que ocurre en Venezuela. Lamentablemente, la grave crisis económica y de Poderes que se vive en el país ya ha dado la vuelta al mundo y ha cobrado mayores decibeles por las detenciones arbitrarias, especialmente, por la forma violenta y desproporcionada como se llevaron a Antonio Ledezma de su oficina, sin que mediara orden de detención. Hoy me atrevo a decir lo que me han confesado nuestros abogados: La fiscal no sabía que eso estaba ocurriendo, se vino a enterar después de consumado el secuestro del Alcalde Metropolitano de Caracas.

¿Fue para ud una sorpresa verse de la noche a la mañana involucrada en estos avatares de la política?

No, porque siempre he estado involucrada en la lucha de Antonio, también debe tomar en cuenta que crecí en una familia donde la conversación giraba en torno a la política, mi padre y mis tíos, igual mi madre, tenían como sobremesa el menú de los acontecimientos diarios del país, el plato principal era el de la política. Y la sobremesa era analizar los titulares de los periódicos del día siguiente.

¿Siempre como primera dama, haciendo trabajo social?

No, para nada, en eso Antonio me complació, porque lo primero que le pedí cuando juró como nuevo Gobernador de Caracas en 1992, fue que eliminara eso de “comité de damas”, eso sonaba a muy social, era más que todo fotos de cocteles y no me sentía a gusto en esos menesteres. Prefería echar las bases de lo que llamamos el FAS (Fundación de Acción Social) y nos estrenamos en la recuperación de la Maternidad Concepción Palacios y de las áreas del Hospital J M de los Ríos, fue una obra de gran contenido humanitario.

¿Cómo hacía la esposa cuando se presentaban trifulcas?

Me mantenía al lado de Antonio, como esposa y como ciudadana a la que le duele este país. He estado a su lado, en las buenas y en las malas, las veces que lo han hospitalizado; una vez agredido en manifestaciones, como la que ocurrió el 5 de septiembre frente a la Casa Guipuzcoana en Vargas o frente a la sede de Conatel, defendiendo la señal de RCTV, el 28 de mayo de 2007, o las veces que lo acosan con amenazas como cuando se fue con Andrés Velázquez, Henry Ramos e Ismael García a “zapatearle” a los efectivos militares para que permitieran que se diera a conocer el resultado victorioso del pueblo en el referéndum celebrado el 2 de diciembre de 2007. Desde hace 32 años nunca lo he dejado solo y no lo voy a dejar ahora que es un preso por pensar diferente.

¿A su esposo lo han amenazado de muerte?

Hay una confesión de un agente del G2 que narró en una entrevista con Patricia Poleo y que transmitió el periodista Miguel Ángel Rodríguez, que mi esposo era “objetivo militar”. Sí, lo han amenazado hasta de muerte. Sus riesgos haciendo investigaciones como parlamentario fueron muchos, recuerdo cuando se metió a indagar sobre la corrupción en el caso Uribante-Caparo, en el hurto y robo de carros que se llevaban a Colombia, el tema de drogas, las cárceles, etc. la forma como expuso su vida enfrentando los dos intentos de golpes de estado cuando ejercía la Gobernación, los días que duró la huelga de hambre y yo tenía que dormir en un automóvil en las afueras de la sede de la OEA, son vivencias que no son precisamente “oficios del hogar” sino rigores de una compañera de lucha a tiempo completo.

¿Vale la pena esta lucha?

Nada más con pensar en que Venezuela lo representa todo, no hay lugar ni para el miedo ni para titubear al momento de asumir este rol. Estamos involucradas en esta lucha política decente y ajustada a principios muy caros y trascendentales para el destino de nuestra democracia. Sin ser diplomáticas ni ostentar credenciales de embajadoras, hemos logrado, humildemente, que todo el mundo esté pendiente de lo que pasa en Venezuela, eso representa un tributo para el sacrificio de los presos políticos.

¿Cómo superan las barreras ideológicas?

Más allá de las barreras ideológicas hay intereses comunes que han unificado a muchas fuerzas políticas de varios continentes. Así vemos como en el senado de España, prácticamente se dio un respaldo unánime el pasado 2 de septiembre y en Madrid de 57 concejales, 55 votaron a favor de solicitar la libertad de Ledezma; como en los parlamentos de Europa, de Italia, de Brasil, de Chile, de Perú, de Colombia aprobaron resoluciones exigiendo la liberación de los presos políticos venezolanos. En medio de la crisis con la frontera colombiana se celebró un encuentro de alcaldes en Medellín y aquello resonó en respaldo a Ledezma y a Leopoldo, Daniel y de los estudiantes. El balance es que Venezuela no está perdida en la indiferencia.

¿Cuántos días lleva preso el Alcalde? ¿Cómo le ha alterado la vida a la familia? ¿Qué dicen los hijos?

Como lo vio el mundo entero en esas imágenes que aun circulan por la televisión y las redes sociales, Antonio fue prácticamente secuestrado en sus oficinas el pasado 19 de febrero, o sea ya va para siete meses privado de su libertad. La puerta fue derribada a mandarriazos para que una veintena de hombres con pasamontaña y fuertemente armados irrumpieran en su oficina sin presentar orden judicial, mientras en la parte externa del edificio se apostaron un centenar más, que hicieron disparos al aire en señal de amedrentamiento y unas tanquetas se exhibían para infundir temor en el ambiente. Por varias horas no sabíamos de su paradero, fue a medianoche que nos enteramos que estaba retenido en el Helicoide, sede de la policía política del régimen. De allí fue trasladado a la cárcel militar de Ramo Verde y ahora tiene a su residencia por cautiverio.

La familia esta sólida, afligida pero asimilando dignamente la exclamación de Antonio de no rendirnos ni flaquear en estas horas de tanta angustia.

¿Conoce usted las evidencias que maneja la Fiscalía para soportar el cargo de conspiración que se le hizo en contra de Ledezma?

Ese expediente es un artificio montado a la carrera. Se acusa a Antonio de conjurarse para asesinar a Leopoldo López y el testigo que supuestamente delató ese “atentado” dicen que “picó los cabos”, se fugó del país. Otro simulacro fue relacionar a Antonio en un “golpe” con un avión Tucano, semejante truco no resiste una pesquisa seria; también lo incriminaron de conspirador porque en el teléfono de un ciudadano que lamentablemente murió en la sede del SEBIN, aparecía el número de Antonio, un teléfono que es público desde hace más de 20 años. La víctima al que el régimen le adjudicó el remoquete de “el piloto”, el Sr. González, denunció antes de morir “que fue presionado por funcionarios para que acusara a Ledezma con testimonios falsos a cambio de recibir beneficios”, el Sr. Gonzáles se rehusó a semejante componenda. También lo incriminan porque unos jóvenes en un video trucado supuestamente dicen que “Ledezma es un luchador que da la cara en las calles” lo cual no es una novedad, porque todo el mundo sabe del  luchador incansable que ha sido Antonio toda su vida. Luego lo acusan de querer “tumbar” al régimen porque firmó un documento donde analizan la crisis del país y sugieren una transición de esa crisis a la normalización del país por los caminos que señala la Constitución Nacional. Ese documento lo avalaron también María Corina y Leopoldo López.

 ¿Qué pasará el 6 de diciembre?

Lo que todo el mundo dice abiertamente: que ganará la Venezuela mayoritaria que aspira producir un profundo cambio, que la gente saldrá a votar a borbollones, que será irreversible esa victoria, y que el próximo 6 de diciembre vendrá un gentío de todas partes del mundo a cumplir su rol de observadores de esa gran victoria popular.

¿Tiene usted la esperanza que un triunfo de la oposición en las parlamentarias concluya con el caso contra Ledezma?

La victoria del próximo 6 de diciembre no será para el beneficio particular de nadie, Antonio y los centenares de presos políticos son una prueba de valentía que se ha ofrendado a la Venezuela digna cuya democracia estamos en vías de recuperar para que el país recobre la paz, la convivencia y se encauce por la senda del progreso general. Lo lógico sería que realizáramos elecciones sin presos políticos para que este esfuerzo colectivo no esté basado, en ningún caso, en la búsqueda de la libertad de quienes están reducidos a prisión por este régimen, sino a la defensa de la democracia y de la independencia de los poderes que actualmente se encuentran secuestrados.