La sentencia de ayer no es sino una demostración más de que en Venezuela no hay Estado de Derecho y de que todos los Tribunales están secuestrados desde el Ejecutivo Nacional. Los jueces penales no son tales, son simples verdugos a la órden de Miraflores.
A Leopoldo y su familia les manifiesto mi solidaridad incondicional. Entre irse al exterior o entregarse a la Dictadura en un gesto de gran valentía, Leopoldo escogió el camino difìcil para él y los suyos, pero sin duda el que más incomoda al Régimen. Tenerlo preso siendo inocente y haberlo sentenciado como lo ha hecho, es algo que produce indignación colectiva aquí y afuera, y es un elemento que suma mucho en el creciente y ya irreversible rechazo que va cosechando este Régimen moribundo.
Queda ahora en manos de todos quienes luchamos por la restitución de la democracia y la reconstrucción del país, lograr que este sacrificio no sea en vano, así como el de otros cientos que han caído en la lucha, o que están también en las cárceles o el exilio.
Que este atropello sea, pues, un incentivo más para la lucha, una razón más para la movilización y el voto el 6D y, sobretodo, un estímulo para defender en la calle nuestros derechos y la victoria que obtendremos.
Se oye con fuerza el paso acelerado con que se aproxima la hora del CAMBIO.
Fuerza, fe y ACCIÓN!!!