¡Hazlo tu mismo! Así se prepara la leche de almendra y de avena en casa

¡Hazlo tu mismo! Así se prepara la leche de almendra y de avena en casa

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Las leches vegetales están en pleno apogeo. Son ricas, saludables y contienen una serie de nutrientes capaces de potenciar nuestra alimentación. Junto con ello, se convierten también en una fantástica alternativa para todos aquellos intolerantes a la tradicional leche de vaca. Y que no desean prescindir de este tipo de alimentos en su dieta.

Daniela Wilhelm/Biobio Chile





Aquí te presentamos dos recetas (probadas) para que puedas preparar leche de almendras y de avena, tú mismo y en la comodidad de tu cocina.

Éstas no sólo puedes consumirla de manera típica, sino que también puedes darle un valor agregado a tus smoothies, postres y preparaciones en general.

Leche de Almendras

Ingredientes: 1 taza de almendras enteras, 8 tazas de agua, ¾ cdita de sal, 1 cucharada de miel, ¾ cdita de esencia de vainilla.

Implementos necesarios: 1 buena licuadora, botellas o frascos de vidrio para envasar, bolsa o extensión de tela tipo velo para hacer cedazo y es ideal tener cucharitas y jarrito medidores.

Preparación: Se deja las almendras enteras reposando durante toda la noche en agua. Es importante que queden bien cubiertas de agua. Para una taza de almendras se debería usar unas tres tazas de agua.

Al otro día se traspasan las almendras a un colador para despedir el agua del remojo. Se llevan las almendras a la licuadora y se agregan todos los ingredientes.

¿El jarro de tu licuadora no es lo suficientemente grande para el casi litro y medio de agua (1.400 ml de agua) y los ingredientes? No te preocupes, divide todo en dos y lo procesas por parte. Luego lo traspasas a un gran bowl, donde revuelves con calma todos los ingredientes licuados.

Una vez que se ha procesado la mezcla. Se pone el cedazo sobre un recipiente amplio que tenga la capacidad de albergar todo el líquido de nuestra preparación. Una vez que está todo calculado y montado procedemos a traspasar nuestra preparación al cedazo. Pasará todo el líquido y el cedazo retendrá la “pulpa de almendras”.

Dejamos escurrir bien, y apretamos la pulpa con el mismo cedazo hasta que suelte todo el líquido contenido.

Nos deshacemos de la “pulpa”, licuamos otra vez el líquido, lo embotellamos en el formato que más nos acomode, y ¡voilá! Mantener refrigerada.

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