Análisis: Industria de alimentos de manos atadas

 REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

La tarea de comprar alimentos en Venezuela se convirtió en el 2015 en el juego del gato y el ratón. Los productos alimenticios, en vez de ser bienes de consumo, son la presa que busca día a día el venezolano en los establecimientos donde se dan luces que podría existir su comercialización. Basta con transitar por las calles del país y observar desde tempranas horas el conglomerado de personas haciendo filas en las afueras de abastos y supermercados para entender que la industria de alimentos venezolana no trabaja al 100% de su capacidad ni satisface la demanda en el país.

Oswaldo José Avendaño Avendaño / Revista Dinero





Parte de las políticas públicas actuales que buscan garantizar el derecho a la alimentación de los venezolanos se fundamentan en la Gran Misión Alimentación que creó el expresidente Hugo Chávez en abril de 2003. Además el Gobierno Nacional creó la Vicepresidencia para la Seguridad, implementó el Sistema Superior de Abastecimiento Seguro y reactivó la Comisión Presidencial Centro Nacional Balance de Alimentos.

Sin embargo, de acuerdo con el Balance de la Situación de los Derechos Humanos en Venezuela elaborado por el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), durante 2014 “la escasez y el desabastecimiento de alimentos contribuyeron en gran medida al deterioro de la calidad de vida” de los venezolanos, acrecentándose esta situación en la población más pobre.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció a comienzos de 2015 que su principal tarea durante este año sería la resolución de los problemas que aquejan al aparato productivo nacional. Atribuyó el desabastecimiento de alimentos a la denominada “guerra económica”; al contrabando de productos en todo el territorio venezolano y ha insinuado que el sector privado no está comprometido con la producción.

En febrero de este año, el Jefe de Estado autorizó 8.000 millones de dólares para la importación de alimentos. A finales del mes de junio, el ministro de alimentación, Carlos Osorio, informó que la Misión Alimentación distribuyó 6.700 toneladas de alimentos y aseveró que aproximadamente más de un millón de personas adquirieron productos en las redes de distribución pública.

Al preguntarle a los ciudadanos sobre la comercialización de alimentos coinciden en que desde 2014 se ha deteriorado la producción. Afirman no conocer exactamente las causas de los problemas en la industria, pero sí destacan la desaparición paulatina de algunos productos y el abastecimiento intermitente de otros.

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