Sabaneta: dos años sin balas y silente

Sabaneta: dos años sin balas y silente

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A las 10.00 de la mañana, hace tres años, Sabaneta comenzó a supurar pólvora. El terror se apoderó de los habitantes del barrio San Pedro y de los sectores adyacentes a la Cárcel Nacional de Maracaibo. Las balas perforaban los techos de zinc de sus hogares y se estrellaban contra los árboles. El 16 de septiembre 2013 inició una guerra entre prames que dejó 16 muertos y logró que la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, la clausurara, publica La Verdad.

En una cadena de BlackBerry Messenger, Edwin Soto, conocido como el “Mocho Edwin” amenazó a Ricardo Jesús Álex Moreno, alias el “Ric”. Al mediodía la balacera se intensificó. El “Mocho” con su “carro”, de al menos 40 reos, tumbaron la pared de Patio con una ametralladora y acorralaron al enemigo.





Unas 387 personas, entre mujeres embarazadas y niños, parientes de los privados de libertad, quedaron atrapados dentro de Sabaneta. Nadie podía entrar ni salir. Los reos de Procemil, Patio, Reeducación y Calabozo se cansaron de que el “Mocho” los mandara y se unieron para tumbarlo, pero no lo lograron. El “Gran Pram”, como al final de ese día se hizo llamar, se adueñó del área de Penal, la extinta Máxima y Patio, casi el 70 por ciento de Sabaneta.

Los cadáveres de quienes caían durante la reyerta los sacaban por la entrada principal. Unos los llevaron a la morgue del Hospital General del Sur y los otros a la morgue forense de Maracaibo. Entre los descuartizados estaba el “Ric”, quien se entregó al “Mocho Edwin” en bóxer y este le disparó en más de 50 oportunidades. A sus dos hermanos Engelvert José y Rónald Antonio, quienes pertenecían a su “carro”, les sacaron los ojos antes de tirotearlos. Al “Cojo”, un recluso de Patio, le arrancaron el corazón.