Lo que los venezolanos veíamos como una fabula o con asombro de lo que ocurría en otros países, hoy lamentablemente es una cotidianidad en nuestro país, y es que hemos entrado en una fase extrema en lo que a materia de escasez se refiere, porque por más que el gobierno decrete estados de excepción, implemente capta huellas, terminales de cédula y otra serie de medidas desesperadas propias de naciones autoritarias para tratar de controlar lo inevitable, hoy vemos que las colas siguen igual, que la escasez cada día se agudiza más, que el desabastecimiento es muy alto y aunado a esto tenemos una inflación que está en 165% con amenaza de seguir elevándose hasta llegar al 200% y más, y la gran mayoría del pueblo el único respaldo que tiene para responder a esta economía de guerra y a todo este descalabro político, económico y social, es un sueldo mínimo de Bolívares 7.400, que no les alcanza para nada, porque la canasta alimentaría ya pasó los 40 Mil Bolívares y los precios de las medicinas y los servicios crecen cada día más.
Señores estamos entrando en una etapa de alerta roja, porque el pueblo llano y sencillo, de a pie, que tiene que romperse el lomo para llevar alimentos a su casa, ya no consigue en los supermercados y en las redes de comercialización pública, los productos de primera necesidad para paliar el hambre. Es decir, no hay arroz, ni harina de maiz, ni pasta, ni granos, ni azúcar, ni café, ni papel toalet, ni productos de limpieza ni de higiene personal. No hay nada y la gente ya está entrando en desesperación porque ya ni a vegetarianos pueden meterse porque un kilo de tomate no baja de 500 bolívares, un kilo de pimentón se ubica en 900 bolívares, un kilo de papas 400 bolívares, un plátano se consigue en 100 bolívares, y así todo lo que se busca y se consigue es con un precio inalcanzable para el bolsillo de muchos venezolanos, que ya tienen que sortear en sus mesas, qué comida hacer porque no les alcanza para los tres golpes como tradicionalmente se le dice al desayuno, al almuerzo y a la cena.
No obstante, lo que causa la indignación de la gente es la demagogia y la poca humanidad con la que el gobierno asume el tema de la escasez en Venezuela, y apela constantemente a guerras económicas, a injerencias extranjeras, a estados de excepción y a cuanto cuento se les ocurre para tratar de tapar la verdad de lo que hoy acontece y es que nos estamos muriendo de hambre porque no hay comida y la poca que se consigue, se la traga la inflación.
Mayor cinismo el del MaduroCabellismo, gastar 500 Millones de dólares en la compra de doce aviones Sukhoi-30, el cual tiene una estimación por unidad de aproximadamente 39,6 millones de dólares, más la reposición del avión recientemente siniestrado en la frontera con Colombia, cuando el pueblo venezolano esperaba medidas contundentes para frenar este desastre histórico en el que nos han inmerso, pero sí les digo MaduroCabellismo, aviones Sukhoi no frenan esta escasez que nos está llevando a las puertas de una crisis humanitaria. Los venezolanos queremos comida, medicinas, repuestos, calidad de vida, los venezolanos no queremos guerras ni que nos hagan partícipes de estados de excepción que no conducen a solventar la grave crisis política, económica, social y moral que hoy vive Venezuela, producto de la ineficiencia, de la corrupción y de la mala política con la que han pretendido gobernar el país.
Hemos visto con estupor como en días recientes el MaduroCabellismo empeñado en hacer campaña electoral y proselitismo, han anunciado la llegada a Venezuela de 265.000 toneladas de alimentos por un monto de 300 millones de dólares provenientes de Uruguay, las cuales incluyen leche en polvo, queso, soja y pollo. Y en materia de salud hemos visto además como han anunciado la llegada al país de Más de 500 millones de unidades de medicinas para finales de año y que alcanzarían para el 2016. Piaron tarde pajaritos y una vez más actúan de espaldas al pueblo, porque si bien es importante tratar de solventar las carestías y los problemas de escasez, han debido dar prioridad a este tema y actuar desde principios de años y no esperar hasta casi la fecha de las elecciones parlamentarias anunciar la llegada al país de alimentos y medicinas porque esto es un acto de populismo y de proselitismo político.
Pero por más que hagan y que digan, ya el pueblo venezolano se decidió por el cambio y el 6 de diciembre, les va a dar hasta con el tobo al Madurocabellismo que lo que han hecho es burlarse y enjuagarse la boca con las necesidades y las calamidades que estamos viviendo los venezolanos. Las encuestas de las grandes empresas de datos y la encuesta de la calle, ese mano a mano, casa por casa, nos dicen que aquí se acabó el miedo y el chantaje, y el 6D vamos por el cambio.
@ismaelprogreso