En la frontera… ¡votos, estúpido! por @OvidioLozada

En la frontera… ¡votos, estúpido! por @OvidioLozada

thumbnailovidiolozadaLos cálculos de la rentabilidad electoral están a la orden del día, de todos los días, en la crisis fronteriza generada artificialmente por el gobierno. Crisis que en el camino se ha tenido que ir modelando dependiendo del cristal desde el cual se mire, se sufra o se manipule para tratar de exprimirle al máximo, y al costo que sea, algunos voticos que puedan marcar la diferencia para preservar o alcanzar poder político, unos y otros, enredados en comicios eleccionarios cercanos.

El gobierno en su afán de minar el camino electoral de cara al 6D, a sabiendas que los números de las encuestadoras serias no les favorecen, incluso de aquellas que son aliadas a este pero que hacen estudios de campo totalmente creíbles aunque sus conclusiones y análisis que hacen públicos sean notoriamente sesgados, todas muestran, tal como diría Tibi, una “tendencia irreversible”, por lo que está decidido a colocar cualquier tipo de obstáculo para evitar eso que hoy parece una inevitable derrota.

Entre esos intencionales obstáculos está el ensayo de la crisis en la frontera que el gobierno armó y usó como excusa para tapar un incidente militar de muy baja monta que presuntamente involucraba muchos dólares en efectivo y algo de droga. Y aunque ese irresponsable ejercicio tuvo la premeditación alevosa de expandirse, vía hegemonía comunicacional, como un episodio que les traería dividendos electorales a partir del ya cansón libreto de los paramilitares, Uribe, bachaqueros, etc, con el consecuente parapeto de una supuesta actuación efectiva del gobierno para poner orden con el Estado de Excepción y su militarización por un lado y por el otro con la movilización de mucha gasolina y gandolas de productos de otras regiones al Táchira para llenar los anaqueles y así dar la sensación al resto del país de que ahí estaba la prueba que mostraba que ellos, el gobierno, no son tan incapaces, que el modelo no es tan malo y absurdo y que la conspiración de los malos de siempre en su contra quedaba al descubierto.





Cuando se percataron que ese episodio se revertía en su contra, es decir que no les estaba sumando votos sino restándoles los ya mermados, ya que se extremó el ejercicio hacia una actitud xenofóbica contra los colombianos que llegan a 6.000.000 del lado de acá y se obvió que de aquel lado también se actuaba con los medios volcados a mostrar una situación dantesca que violentaba cualquier asomo de respeto mínimo a la dignidad humana con la presencia de la ONU, la Iglesia y la OEA como testigos en el charco de la barbarie, volvió a sonar la campana de la afectación de la rentabilidad electoral…

Por el lado de Colombia, la caja registradora de J.M. Santos comenzó a mostrar sus dividendos: “Ganó 9 puntos (pasó de 24% a 33%). Santos sube en las encuestas gracias a crisis con Venezuela” (2001, 23/09/15).

Por el lado de acá, en Venezuela, Maduro no podía decir lo mismo ya que seguía pagando las consecuencias negativas en la opinión pública y parecía entonces que se caía la tesis de algunos sobre un arriesgado acuerdo bajo cuerda entre ambos mandatarios con fines electorales, con condicionamientos respecto a las FARC y Uribe entre otros aspectos.

El gobierno optó una vez más, en consecuencia, por correr hacia adelante y le agregó más tono a su discurso con bravuconadas y la extensión del Estado de Excepción desde Táchira (que elige 7 diputados el 6D) hacia Zulia (15 diputados) y Apure (5 diputados), pudiendo llegar hasta Amazonas donde gobierna un opositor y afectaría a 3 diputados más por elegir el 6D, para tratar de ganar tiempo y a la par de los otros obstáculos como la sentencia contra Leopoldo López, otra suspensión de audiencia del alcalde Ledezma, la extensión de la OLP selectivamente por el resto del país, la distracción del venezolano de a pie y de carro en las acostumbradas largas colas por muchas horas para adquirir la comida de la familia, ir reforzando su tesis de incredulidad, desesperanza, desmotivación y desmovilización opositora.

Si bien el Estado de Excepción no implica la suspensión de las elecciones, tal como lo aclara J.M. Matheus, Doctor en Derecho Constitucional, quien advirtió al gobierno: “Si su pretensión es servirse del dolor que usted infligió en la frontera para aferrarse en el poder le aclaro que, según la Ley Orgánica de Estados de Excepción, durante la vigencia de estos decretos no se pueden suspender las elecciones previstas. En tal sentido, la cita del 6D es inaplazable y ustedes lo saben” (08/09/15), no menos cierto es que le complica a la oposición la posibilidad de hacer campaña efectiva cuando ya el ventajismo respecto a los candidatos del gobierno es grosero no sólo por el uso ilegal de los recursos del Estado sino porque ya existen evidencias en esos estados fronterizos donde los cuerpos de seguridad impiden a las fuerzas opositoras hacer su trabajo pre-electoral cuando el PSUV hace lo que le viene en gana hasta con protección militar o policial.

En definitiva, con esta irregular situación en la frontera que afecta la vida de esos 3 estados (posible 4to) estaría también afectándose la elección de 27 diputados para la nueva Asamblea Nacional el 6D (o 30 si suman a Amazonas en la jugada) por lo que se vuelven a prender las alarmas de la rentabilidad electoral para llamar la atención opositora para su reacción efectiva que contrarreste esta intención del gobierno que lo que busca ahí no es acabar con el contrabando y los bachaqueros que estimula, ni aparecer como Robin Hood en ayuda a los tachirenses que no consiguen comida, ni congraciarse con los colombianos con aquello del registro de paz sino los votos, lo único que le interesa a este gobierno aferrado a un poder que no quiere perderlo. Diría, parafraseando a James Carville, estratega de la campaña electoral de Bill Clinton en 1992, son los votos, estúpido!.

Es oportuno recordar que esta estrategia de Carville, resultó decisiva para modificar la relación de fuerzas y derrotar a Bush, algo impensable poco antes. Así que a ponerse las pilas y no subestimar ninguna acción del gobierno y el PSUV por revertir la tendencia estadística electoral, miren que muchas de las inimaginables cosas que decían que harían y no creíamos que las hicieran por lo odiosas o perversas que se proyectaban, las terminaron haciendo y solo basta voltear hacia la Venezuela profunda para reconocer su resultado en el desastre revolucionario y socialista actual.

Ovidio Lozada
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