Según la ONU, 10 millones de iraquíes necesitarán ayuda humanitaria a finales de 2015

 

Varias mujeres se dirigen a recoger agua en un campo de refugiados cerca del puesto fronterizo

Diez millones de iraquíes necesitarán ayuda humanitaria a finales de este año en Irak, donde una eventual ofensiva para arrebatar la ciudad de Mosul al grupo terrorista Estado Islámico (EI) puede provocar el éxodo de 500.000 personas, dijo hoy la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).





Los 10 millones de iraquíes que necesitarán asistencia humanitaria representan un cuarto de la población del país, donde hay 3,2 millones de desplazados internos.

Una probable ofensiva del Ejército iraquí para expulsar a los yihadistas del EI de Mosul puede provocar el éxodo de medio millón de personas adicionales, explicó en Ginebra el coordinador humanitario adjunto de la ONU para Irak, Dominik Bartsch.

El EI domina áreas del norte y oeste de Irak y su gran bastión es Mosul, la segunda ciudad más importante del país y que los terroristas controlan desde junio de 2014.

Parte de la población desplazada necesitada de ayuda se encuentra en esas áreas, a las que es difícil y peligroso llegar para el personal humanitario.

“La crisis se ha acelerado desde que el año pasado el EI tomó el control de una parte importante del país. La contraofensiva de las fuerzas iraquíes, con el apoyo de la coalición (internacional), ha resultado en enfrentamientos activos en un gran número de lugares y nuevas olas de desplazados”, explicó Bartsch.

De los 3,2 millones de desplazados, sólo el 10 por ciento están en campamentos y el resto vive con familiares o en edificios abandonados.

El responsable de la ONU advirtió de que la “situación humanitaria empeora de forma dramática, con un brote de cólera que acaba de ser confirmado”.

Esta enfermedad infecciosa se ha declarado en las provincias de Nayaf, Bagdad y Babilonia, donde se han detectado en conjunto unos 1.300 casos.

“Tememos que este brote se extienda rápidamente a otras partes del país”, confesó Bartsch.

“Nos encontramos en una situación en la que los servicios más elementales no pueden ser financiados y deben reducirse, lo que se refleja en el cierre de 77 puestos de sanitarios en los últimos tres meses, en la fuerte reducción de las raciones alimentaria… y lo mismo ha ocurrido con el aprovisionamiento de agua”, agregó.

La ONU tampoco consigue ofrecer educación “y dar una perspectiva a los padres de niños que llevan más de un año fuera de la escuela, lo que se ha convertido en un factor crucial para decidir huir”.

Bartsch indicó que entre los cientos de miles de iraquíes que se han convertido en nuevos desplazados en el último año, “decenas de miles” han emprendido el camino hacia Europa.

“Al principio, estas personas creían que estarían desplazados por uno o dos meses y que después podrían volver a casa, pero ahora entienden que el retorno no es una solución inmediata posible”, comentó.

“Se dan cuenta de que no podrán enviar a sus hijos a la escuela y reconstruir sus medios de subsistencia, a lo que se agrega que la ayuda humanitaria está disminuyendo”, todo lo cual crea las condiciones para hacer todo lo posible por llegar a Europa.

Irak afronta desde junio de 2014 una cruenta guerra contra el EI, que conquistó amplias zonas del territorio del país y proclamó un califato en las áreas que controla de este país y de la vecina Siria.