Papa dice no a países con privilegios en la ONU y organismos financieros

Papa dice no a países con privilegios en la ONU y organismos financieros

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El papa reivindicó hoy acabar con los privilegios de algunos países en la toma ejecutiva de decisiones en Naciones Unidas y en organismos financieros que dictan medidas que causan “abuso o usura” en los países en vías de desarrollo.

EFE





Francisco pronunció un histórico discurso ante las Naciones Unidas, la primera vez ante un grupo tan amplio de líderes mundiales en su Asamblea General, en el que denunció además el abuso y destrucción del medio ambiente, contra la que pidió “pasos concretos y medidas inmediatas”.

Ante el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Francisco dijo claramente que hay que acabar con el privilegio del que gozan los cinco miembros permanentes de su Consejo de Seguridad (China, Estados Unidos, Rusia, Francia y el Reino Unido).

Debe ser el final también para los privilegios “en los organismos financieros internacionales y los grupos o mecanismos especialmente creados para afrontar las crisis económicas”, agregó.

Esos organismos, dijo Francisco, “han de velar por el desarrollo sustentable de los países y la no sumisión asfixiante de estos a sistemas crediticios que, lejos de promover el progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia”.

El objetivo último, dijo, debe ser “conceder a todos los países, sin excepción, una participación y una incidencia real y equitativa en las decisiones”.

Jorge Mario Bergoglio, nacido en Argentina y primer papa latinoamericano, atacó lo que denominó “falsos derechos”, que se oponen a “grandes sectores indefensos, víctimas de un mal ejercicio de poder” y dijo que hay “afirmar con fuerza” los derechos de mujeres y hombres excluidos,”consolidando la protección del ambiente”.

Como se esperaba, Francisco instó a que en la próxima Conferencia de París sobre Cambio Climático, a fines de año, se alcance acuerdos “fundamentales y eficaces” y habló del concepto del “derecho del ambiente” porque, aseguró, “cualquier daño al ambiente (…) es un daño a la humanidad”.

El papa dijo que los cristianos y las otras religiones monoteístas creen que el universo resulta de una decisión del Creador y que el hombre puede servirse respetuosamente de la creación, pero afirmó: “no se puede abusar de ella y mucho menos está autorizado a destruirla”.

El pontífice elogió la existencia de la ONU -“una historia de importantes éxitos comunes”- pero criticó las consecuencias del “incumplimiento” de las normas internacionales que de ella emanan.

“Cuando se confunde la norma con un simple instrumento, para utilizar cuando resulta favorable y para eludir cuando no lo es, se abre una verdadera caja de Pandora de fuerzas incontrolables, que dañan gravemente las poblaciones inermes, el ambiente cultural e incluso el ambiente biológico”, dijo el papa.

Francisco recordó que la paz está en el preámbulo y primer artículo de la Carta de las Naciones Unidas y que por ello resulta más contradictorio permitir la proliferación de las armas de destrucción masiva, sobre todo las nucleares.

Por eso abogó por la “total prohibición” de estas armas porque implican una ética y un derecho que son un “fraude a toda la construcción de las Naciones Unidas”, que se convertirían así en “naciones unidas por el miedo y la desconfianza”.

Como líder espiritual de los católicos reivindicó por otra parte el “derecho a la educación” y, particularmente, el “derecho primario de las familias a educar, y el derecho de las Iglesias y de agrupaciones sociales a sostener y colaborar con las familias en la formación de sus hijas e hijos”.

El papa pidió a los gobernantes mundiales que hagan todo lo posible para que todos puedan tener una “mínima base material y espiritual” para ejercer su dignidad y formar y mantener una familia.

“Techo, trabajo y tierra” es el mínimo absoluto en lo material, y “libertad del espíritu, que comprende la libertad religiosa, el derecho a la educación y los otros derechos cívicos”.

El indicador para comprobar si esos mínimos se cumplen deberán ser, añadió: “vivienda propia, trabajo digno y debidamente remunerado, alimentación adecuada y agua potable; libertad religiosa y, más en general, libertad del espíritu y educación”.

Guerra contra el narcotráfico se combate “pobremente”

El papa Francisco criticó que la guerra contra el narcotráfico es “asumida y pobremente combatida” y que tiene su “propia dinámica”, en un discurso pronunciado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Aseguró que el narcotráfico es un tipo de conflictividad “no siempre tan explicitada pero que silenciosamente viene cobrando la muerte de millones de personas”.

“El narcotráfico, por su propia dinámica, va acompañado de la trata de personas, del lavado de activos, del tráfico de armas, de la explotación infantil y de otras formas de corrupción”.

Esta, indicó el pontífice, “ha penetrado los distintos niveles de la vida social, política, militar, artística y religiosa, generando, en muchos casos, una estructura paralela que pone en riesgo la credibilidad de nuestras instituciones”.

“Sumisión asfixiante” que causan los organismos financieros

El papa rechazó hoy en la sede de Naciones Unidas la “sumisión asfixiante” que causan los organismos financieros internacionales cuando imponen a los países sistemas crediticios “que someten a las poblaciones”.

Por eso Francisco reclamó “conceder a todos los países, sin excepción” una participación y una incidencia real equitativa en las decisiones de esos organismos, en el Consejo de Seguridad de la ONU y en mecanismos creados para afrontar crisis económicas.

Eso ayudará a “limitar todo tipo de abuso o usura, sobre todo con los países en vías de desarrollo”, declaró el pontífice en un discurso, pronunciado en español, ante la Asamblea General de la ONU.

El papa criticó que los sistemas crediticios impuestos a ciertos países por parte de esos organismos financieros internacionales, “lejos de promover el progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia”.

A continuación el argentino Jorge Mario Bergoglio, el primer papa latinoamericano, insistió en que “ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente, autorizado a pasar por encima de la dignidad y de los derechos de las otras personas singulares o de sus agrupaciones sociales”.

El papa criticó lo que denominó “falsos derechos”, contrarios al ideal limitación del poder que resultaría de la “distribución fáctica del poder (…) entre una pluralidad de sujetos”.

Al contrario, lo que ocurre, denunció el papa, es que hay “grandes sectores indefensos, víctimas más bien de un mal ejercicio del poder”.

Por último, el papa denunció el “irresponsable desgobierno de la economía mundial, guiado solo por la ambición de lucro y de poder” y advirtió que esto debe llevar a una “severa reflexión sobre el hombre”.

Derecho del ambiente

El Papa Francisco proclamó la existencia de un “verdadero ‘derecho del ambiente'” y dijo que cualquier daño a este “es un daño a la humanidad, en un discurso pronunciado en la sede de Naciones Unidas.

El pontífice declaró que los seres humanos “somos parte del ambiente” y que este “comporta límites éticos que la acción humana debe reconocer y respetar”.

“Los cristianos -dijo el máximo representante de la Iglesia católica- (…) creemos que el universo proviene de una decisión de amor del Creador, que permite al hombre servirse respetuosamente de la creación para el bien de sus semejantes y para gloria del Creador”.

Pero, advirtió: el hombre “no puede abusar de ella y mucho menos está autorizado a destruirla”.

El pontífice citó su encíclica sobre el medio ambiente, “Laudato si” y aseguró que “el abuso y la destrucción del ambiente, al mismo tiempo, van acompañados por un imparable proceso de exclusión”.

Alertó contra las consecuencias del abuso de los recursos materiales disponibles, como la exclusión de “los débiles y con menos habilidades” y aseguró: “la exclusión económica y social es una negación total de la fraternidad humana y un gravísimo atentado a los derechos humanos y al ambiente”.

El papa confió en que la próxima Conferencia de París sobre Cambio Climático “logre acuerdos fundamentales y eficaces”, pero también reclamó “pasos concretos y medidas inmediatas, para preservar y mejorar el ambiente natural y vencer cuanto antes el fenómeno de la exclusión social y económica”.

“Total prohibición” de las armas nucleares

El papa Francisco pidió hoy la “total prohibición” del armamento nuclear y dijo que la “amenaza de destrucción mutua” constituye un “fraude a toda la construcción de Naciones Unidas”, en cuya sede pronunció un discurso.

La existencia de una ética y un derecho basados en esa amenaza harían en la práctica que la ONU pasara a ser las “Naciones unidas por el miedo y la desconfianza”.

El argentino Jorge Mario Bergoglio, primer papa latinoamericano, dijo que la tendencia a la proliferación de armas de destrucción masiva como las nucleares “niega” las afirmaciones contenidas en el preámbulo y el primer artículo de la Carta de las Naciones Unidas.

En la carta se indica que los cimientos de la construcción jurídica internacional son “la paz, la solución pacífica de las controversias y el desarrollo de relaciones de amistad entre las naciones”.

“Hay que empeñarse por un mundo sin armas nucleares, aplicando plenamente el Tratado de No Proliferación, en la letra y en el espíritu, hacia una total prohibición de estos instrumentos”, insistió.

El pontífice se refirió al reciente acuerdo sobre el programa nuclear de Irán, “una región sensible de Asia y Oriente Medio”, del que dijo es “una prueba de la buena voluntad política y del derecho, ejercitados con sinceridad, paciencia y constancia”.