Muere niña tras sufrir quemaduras por explosión de gas en su casa

Muere niña tras sufrir quemaduras por explosión de gas en su casa

Maracaibo,Venezuela,05/03/2015. Espacios de la Morgue Forense en la Facultad de Medicina de LUZ.
Maracaibo,Venezuela,05/03/2015.
Espacios de la Morgue Forense en la Facultad de Medicina de LUZ.

Lágrimas y más lágrimas. Eso era lo que se veía en los rostros de las personas que estaban ayer en la morgue del hospital Luis Razetti de Barcelo­na, reseñó El Tiempo.

La mayoría de los presentes eran familiares de una niña de 11 años, quien sufrió quema­duras en 70% de su cuerpo el martes de la semana pasada. Una semana después falleció (el martes).

Enio Guerra estaba descon­solado por la pérdida de su hija. Un abrazo fue suficiente para comprobar que su corazón latía aceleradamente. La tristeza y la impotencia con la que hablaba delataban su dolor.

“Parece mentira que esté vi­viendo esto”, repetía el vigilan­te de las residencias Las Villas de Lechería. Antes de contestar una llamada telefónica, el traba­jador se dio media vuelta y dijo que no tenía ganas de hablar con los periodistas.

La comerciante Maribel Medina, prima de la pequeña, contó que, finalmente, lo que le provocó la muerte fue un paro respiratorio.

“Esa niña fue una guerrera desde el principio hasta el final. Luchó demasiado por salvarse, pero perdió la batalla. Estaba muy delicada”.

A Enio le dijeron el martes, a eso de las 9:00 pm, que a su hija le había bajado la fiebre. Hora y media después la tempe­ratura le subió a 41 grados, se descompensó y dejó de respirar.

Diagnóstico reservado

Maribel refirió que desde que ingresaron a la menor en la Unidad de Ciudados Intesivos (UCI) del hospital Rafael Tobías Guevara, anexo pediátrico del Razetti, los médicos les dijeron que el diagnóstico era reserva­do.

“En ocasiones iba a mostrar mejoría, pero recaería en cual­quier momento. Y así fue”.

Sin embargo, la prima de la niña mencionó que cada vez que sus padres le hablaban, ella reaccionaba con movimientos.

“Cuando su mamá le de­cía algo al oído ella intentaba tomarla de la mano. Siempre estuvo consciente”, contó.

A pesar del dolor que embar­ga a la familia, Maribel agrade­ció a los médicos del hospital de niños porque “trabajaron con las uñas y las 24 horas del día estuvieron pendiente de ella”.

Desde mayo reclaman

Los habitantes de la vereda 30 del sector 3 de la urbanización Boyacá II de Barcelona indicaron que desde mayo tienen proble­ma con una fuga de gas.

“Parientes de la niña fallecida hizo el reclamo a Tigasco después del 1° de mayo, cuando hubo un in­conveniente con la alcanta­rilla que explotó”, comentó Gabina Quiñones, allegada de la pequeña.

Quiñones indicó que el personal de la empresa distribuidora de gas fue y “medio” revisó la alcanta­rilla. “Eso estaba bien tapa­do, pero cuando llegaron dejaron el hueco abierto”, apuntó.

Peligro

La señora Amelia San refirió que unas 20 familias están afectadas por esa avería.

“Yo vivo en la vereda 15 y también tenemos varias fugas de gas. Esperamos que el personal de Tigasco resuelva estos inconvenien­tes para que no haya otra tragedia”, acotó San.

En tres platos

Luis Valera Guerra, primo de la peque­ña fallecida por las quemaduras, quiere que los causantes de la fuga de gas se hagan responsables de lo que ocurrió. Mencionó que irán a la Fiscalía para exigir justicia por la muerte de la pequeña. “Los culpables fueron los trabajadores que no repararon la falla”.

El pasado 29 de sep­tiembre, en la vereda 30 del sector 3 de Boyacá II, en Barcelona, ocurrió una explosión. El accidente, registrado específicamen­te en la casa N° 5, fue causado por una fuga de gas doméstico, en el domicilio de al lado, que hizo combustión con la chispa de una estrella de bengala que lanzó una niña de 11 años.

Aurisnel Josefina Gamardo, madre de la pequeña de 11 años, es­taba ayer en la morgue del hospital Razetti. No paraba de llorar y de reclamarle a Dios y a la vida por haberle quitado a la segunda de sus tres hijos. Los her­manitos de la menor también llegaron. La tristeza no dejaba cabi­da a otro sentimiento

Exit mobile version