Parece chavista: Se le hunde el país en corrupción, se activa la democracia y Dilma dice que la quieren tumbar

DILMA

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó este martes que la oposición, derrotada estrechamente en las urnas hace un año, quiere llegar al poder “dando un golpe” a través de un juicio construido artificialmente.

AFP





“Hay una búsqueda incesante de la oposición de acortar su camino al poder, de dar un salto y llegar al gobierno dando un golpe”, declaró la mandataria en un encendido discurso durante un acto sindical en Sao Paulo, en medio de una severa crisis política que acorrala a su segundo gobierno.

“Se trata de construir de forma artificial un impedimento a un gobierno elegido por el voto directo. Fueron 54 millones de votos para nuestro proyecto”, insistió la mandataria izquierdista.

Rousseff aseguró además que ese “discurso golpista” no es sólo contra ella, sino contra lo que representa.

“¿Y qué es lo que represento? Las conquistas históricas del gobierno Lula que transformaron Brasil. El golpe que los inconformistas quieren cometer es un golpe contra el pueblo. Pero pueden tener certeza de que no lo conseguirán”, desafió.

No es la primera vez que denuncia intentos de golpe contra su gobierno, que trabaja contrarreloj para blindarse de un movimiento opositor que busca someterla a un juicio político.

La acusan de delitos de responsabilidad fiscal, una tesis que ganó fuerza luego de que la auditoría de la República considerara que el gobierno maquilló las cuentas públicas del 2014 para dar idea de una mejor gestión.

El gobierno niega haber cometido irregularidades en su balance.

El gobierno de Rousseff enfrenta además una recesión económica con alza de la inflación y del desempleo que han contribuido al derrumbe de su popularidad.

Este martes, más temprano, el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien debe decidir si da lugar a un pedido de impeachment contra la mandataria por irregularidades en el manejo de las cuentas públicas, dio una bocanada de oxígeno al gobierno al postergar su pronunciamiento para la semana próxima.

El pedido es respaldado políticamente por el partido opositor socialdemócrata PSDB, que perdió las elecciones en el balotaje de octubre del año pasado por 3 millones de votos.