María Corina Machado: La indignación y rebeldía que existen en Venezuela no son domesticables

MCMB18OCT2015

 

A pesar del desmesurado esfuerzo del aparato del Estado por cerrarle el paso y eliminarla del tarjetón electoral, María Corina Machado se mantiene recorriendo la geografía nacional hasta sus rincones más intrincados; desmitificando lo que otrora fueron baluartes del Chavismo; escuchando a la gente y organizando a la sociedad civil en la lucha por sus derechos ciudadanos . Esta semana estuvo en los estados Delta y Monagas.





Mientras tanto, en cadena nacional, el presidente Maduro decretó un nuevo aumento de salario mínimo de 30%, el cual regirá a partir del 1ero de noviembre. Varios economistas coinciden en que como consecuencia de este aumento muchas empresas quebrarán y han indicado que el año 2015 presentará el índice inflacionario más alto en la historia de Venezuela.

Buscamos la opinión de la líder de Vente Venezuela al respecto y de otros temas de interés nacional. Esto fue lo que nos dijo.

LP: Esta semana, a raíz de la divulgación de una grabación ilegal de una conversación telefónica, el gobierno emprendió una arremetida feroz en contra de Lorenzo Mendoza y Empresas Polar. Considera usted que la gente compra la versión oficial que hace responsable a empresarios y comerciantes de la escasez y la inflación?

MCM: Por lo visto, Maduro no termina de entender la magnitud y significado del quiebre que se ha producido en la conciencia y espíritu del pueblo venezolano con el régimen.

Cada vez que Maduro amenaza a un ciudadano, sea un trabajador de PDVSA o de Polar, da un paso hacia su salida de Miraflores. El chantaje, la amenaza y la represión ya no producen miedo o inhibición, sino mayor indignación y conciencia sobre la urgencia del cambio político en nuestro país.

L.P: Pero hace apenas unos días, en cadena nacional, el presidente Maduro decretó un nuevo aumento de salario mínimo de 30% y aseguró que con este nuevo incremento el salario mínimo queda “por encima de la inflación”. ¿Tendrá esta medida algún efecto de cara al 6D?

MCM: Si, hundirá aun más a Maduro en la opinión pública. Una de dos, o Maduro realmente está en la estratósfera, absolutamente desconectado de la realidad, y piensa que las amas de casa no entendemos que imprimir dinero y ponerle ceros a un salario sin que vaya acompañado de aumento en la productividad, solo va generar aun más inflación; o lo que están buscando es exacerbar el descontento popular y provocar una irrupción social. La irresponsabilidad del régimen es ya criminal, porque produce hambre y ?muertes cada día que pasa.

Pero se equivocan quienes creen que pueden manipular la indignación popular echándole la culpa a otros, tanto como se equivocan aquellos que creen que el cambio puede esperar y que por lo tanto hay que apaciguar a la población. Que no se equivoquen: la indignación y rebeldía que existen en Venezuela no son domesticables.

L.P: Sin embargo, hay analistas y encuestadores que hablan de resignación y costumbre frente al deterioro de la calidad de vida …

MCM: Desde luego, la dictadura se ha encargado de silenciar y aislar a sus detractores y aupar a quienes le sirven; que tienen la tarea de presentar una Venezuela resignada. Eso es mentira! Hay que vivirlo en carne propia, para entender la magnitud de lo que está ocurriendo en las entrañas de Venezuela: desde La Guajira al Bajo Delta, una monumental fuerza ciudadana ha emergido y crece cada día, en cada rincón del país.

Y, para sorpresa de muchos, se ha desbordado con más emoción, precisamente en aquellos lugares que fueron bastiones del chavismo, y donde el control del Estado ha sido total. Muchos se sorprenden al ver las multitudes que hoy salen a la calle en ?ciudades como Tucupita, Barrancas y Temblador. La gente me dice una y otra vez: “hacía más de 15 años que no veíamos tanta gente y tanta euforia”. Esta semana, las personas de Maturín que me acompañaban me apretaban el brazo y me decían: “María Corina esto es Temblador, entiendes lo que está pasando? Entiendes lo que esto significa? ” Mi respuesta es SI, no me sorprende, porque está pasando en toda Venezuela.

Hoy, avanza en todo el país un proceso de liberación, de rebelión cívica, que además del repudio al régimen, contiene una profunda conciencia de la transformación ética que tenemos que hacer.

L.P. Pero la implacable censura y los crecientes obstáculos para la movilización, han aislado a muchas zonas del país de la realidad nacional…

Este régimen se propuso convertirnos en una sociedad de mendigos; y avanzó mucho en ese propósito. La situación de las etnias indígenas es dramática. En el Bajo Delta los waraos están muriéndose de hambre y enfermedades. Desde algunas comunidades deben navegar diez horas en curiara hasta San Francisco de Guayo para comprar alimentos. No pueden pagar una lancha a motor, porque el tambor de gasolina que cuesta 20 bolívares en Tucupita, lo cobran hasta a 20 mil bolívares allá.

Los niños viven en absoluta insalubridad y malnutrición. En la parroquia Padre Barral el 60% de los waraos es VIH positivo y 40% tiene tuberculosis. Hay comunidades enteras que han desaparecido por estas enfermedades.

Pero, incluso en este aislamiento y abandono total, he encontrado en estos venezolanos un firme deseo de cambio profundo.

L.P: Hay quienes dicen que este momento coincide con el clima emocional de ruptura que se vivió en el año ’98 en el que la ciudadanía sentía un rechazo profundo hacia el gobierno y el status quo; ¿está de acuerdo?

MCM: No me sorprende que me hagas este planteamiento, porque en los últimos días lo he escuchado no solo a analistas, sino también en la calle. En el Delta, un líder comunitario me dijo: “esto huele al ’98. Es como una fuerza, que al principio no se ve y que no se quiere aceptar, pero que es contagiosa e indetenible”.

Yo vivo y palpo en toda la sociedad venezolana esta exigencia por una ruptura profunda en el modelo político. Pero hay una diferencia fundamental y decisiva con el proceso chavista. Hace 17 años el impulso fue la confrontación entre clases, la división de la sociedad y la venganza.

El movimiento que ha emergido hoy en Venezuela lo impulsan valores contrarios a aquellos del ‘98; hay una genuina aspiración de reencontrar la sociedad en un proyecto común, de superación y dignidad personal. Estamos decididos a construir una Venezuela productiva y solidaria, donde todos podamos surgir libremente y el valor del trabajo y la iniciativa individual se impongan sobre las visiones populistas, colectivistas y paternalistas. Hoy, después de 17 años de estatismo, populismo y militarismo, la sociedad venezolana está lista y ansiosa para superar? estos males y construir la nueva Venezuela.