Criadores caprinos sufren aumento de precios en medicinas y alimentos

Chivos
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En lo que va de año, productores del campo han resistido al constante incremento de medicinas, alimentos concentrados y servicios, lo que los ha obligado a vender sus productos y subproductos a un precio hasta 1.000 veces más elevado que en diciembre del presente año, reseñó El Impulso.

Por Rosmir Sivira

Así lo cuenta el reconocido productor de Paso Real, Cubiro, Eneas Torres, quien señaló que en tan sólo diez meses, el alimento concentrado para bovinos presentó un incremento en su valor del 1.350%, lo cual ha impactado considerablemente sus finanzas.





“En enero podíamos comprar un saco de alimento de 35 kilos entre 220 y 260 bolívares, pero ahora tenemos que pagar por el mismo paquete y la misma marca entre 2.200 y 3.500, dependiendo de si lo compramos en el municipio o en Barquisimeto”.

Apuntó que se han visto obligados a alimentar a sus animales con comida para ganado bovino, porque ya no se fabrica alimento especial para caprinos.

Torres lamenta la situación y señala que quien sufre las reales consecuencias de esta problemática es el consumidor final, puesto que el litro de leche de cabra ya no se vende a Bs. 15, como a principios de año, sino a Bs. 160.

Acotó que para la elaboración de un kilogramo de queso se requieren entonces siete litros y medio de leche de cabra, por lo cual debieron llevar el precio al detal entre los Bs. 1.100 y Bs. 1.500, dependiendo de las condiciones de cada productor. Vale acotar que el mismo kilogramo del subproducto tenía un valor de Bs. 250 en enero de 2015.

Medicinas y mano de obra

Torres precisó que a los productores formalmente conformados también les afecta el reciente aumento de salario mínimo y cesta ticket, ya que incide directamente en sus costos y precio de venta al público.

A esto sumó que la mano de obra en el campo se ha perdido, porque las personas han optado por bachaquear o devengar pagos de los programas del gobierno.

“Ahora debemos cuidar a nuestros obreros, más si son calificados o si uno los ha preparado, porque está muy difícil encontrar mano de obra en el campo”.

Precisó que en estos casos se requiere de personal que conozca de cabras, las ordeñe, reciba los partos, inyecte, fabrique quesos y domine otras tareas.

Indicó que a fin de que estos no abandonen las fincas, actualmente no sólo les pagan salario mínimo y el respectivo bono de alimentación, también les dan la comida en las respectivas jornadas, cumplen con los demás requisitos de ley y en ocasiones ofrecen porcentajes de venda de ganado caprino, por razón de cuidado de los animales.

El productor caprino comentó a los anteriores problemas se suma la falta de medicinas veterinarias.

“No se encuentran en el mercado y uno no puede permitir que se le mueran o enfermen las cabritas… Si a eso le sumamos los honorarios del médico veterinario, los gastos son bastante elevados”.

Torres dice lamentar profundamente esta situación, puesto que a su juicio, el futuro está en el campo.