Contexto Venezuela / Octubre 2015 / Si la crisis económica, política y social forzarán a elecciones generales para elegir: Presidente de la República, Asamblea Nacional, Gobernadores y Alcaldes. ¿Usted por quién votaría, por el oficialismo o la oposición?
Para el inicio de este análisis debemos valorar dos significativos aspectos, las debilidades del oficialismo y la oposición, la revolución bolivariana está añejada y agotada y sin mucha efectividad para captar nuevos votantes, son 16 años vinculados a continuos desaciertos, realidad que le puede costar una derrota el próximo 6/D. Mientras la oposición aún se encuentra atrapada en sus propias contradicciones. En nuestros más recientes estudios de opinión, la gente manifiesta que se cansó de los discursos violentos, de dividir entre burgueses y pobres, guerra económica, las equivocaciones del gobierno son culpa del imperialismo, el problema eléctrico es un sabotaje sistemático causados por la oposición… sin duda para el comandante Chávez le resultó muy positivo esos soberbios discursos y más en épocas de elecciones, sin embargo, en este momento histórico electoral hay inconformidad tangible inclusive en los propios colectivos rojos que admiten que la situación en el país a nivel económico esta compleja. Nuestras investigaciones muestran que 70,0% de la población electoralmente activa está en sintonía con la oposición.
El camino hacia las elecciones parlamentarias ha estado lleno de obstáculos orientados estratégicamente por el propio gobierno articulado al CNE. Esas dificultades afectan la posibilidad de unos comicios transparentes, entre las denuncias más graves están la negativa a una observación internacional totalmente imparcial y la mirada complaciente de los rectores del CNE ante el ventajismo electoral del gobierno. Ventajismo es, el CNE ha ignorado la práctica de captar votos de algunos candidatos del PSUV, que aprovechan los recursos del Estado para hacer campaña, además caminan en compañía de alcaldes, gobernadores, ministros o vicepresidentes en sus diferentes circuitos.
Las estrategias sociales del gobierno bolivariano no han sido tan efectivas para canalizar la cantidad demandas socioeconómicas de la mayoría de los venezolanos, hemos llegado a 16 años de permanentes campañas electorales, con un populismo salvaje oculto en muchas misiones que han transitado por varios niveles hasta llegar a un neopopulismo tan ineficiente como en sus prácticas iníciales, siempre orientado a mantener el poder central no importando su costo económico. Además, el gobierno activa el terrorismo psicológico contra los electores opositores.
Las palabras de Savater tienen una vigencia extraordinaria en estos tiempos, “una vez que un pueblo toma la decisión de cambiar, no existe fuerza que lo pueda parar”. Todos los estudios de opinión pública reflejan que la mayoría de los venezolanos quieren cambio, realidad que se conecta con una intención de voto que se mueve por encima del 80,0% y según la lógica esa motivación no estaría en su mayoría con una visión de refrendar un proyecto político que da muestra de agotamiento en todos sus niveles.
La popularidad del gobierno de Nicolás Maduro continúa cayendo, según nuestras últimas encuestas revelan que más de un 82,5% de los venezolanos consideran que la situación del país es mala y que una amplia mayoría no tiene confianza en que el gobernante pueda resolver los problemas del país. La percepción de que las cosas no están bien ha estado bajando constantemente desde que Maduro asumió el poder en Abril del 2013, cuando el porcentaje se ubicada por encima del 50,0%.
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