Maduro dejó en evidencia su desesperación por el precio del petróleo en una cumbre en Riad

Maduro dejó en evidencia su desesperación por el precio del petróleo en una cumbre en Riad

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En los países productores de petróleo, la caída del precio del barril es proporcional al aumento de la tensión social. Eso ocurre en Venezuela y en Nigeria. En Ecuador, las utilidades se han desplomado a casi la mitad en un año. En Rusia, el valor de la moneda tambalea. En Irak, bajo el yugo del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), la economía lejos está de recomponerse. Hasta los países ricos del golfo Pérsico han acusado el impacto: Kuwait, Omán y Bahréin lidian con déficits fiscales por primera vez en dos décadas. El primer productor mundial, Arabia Saudita, recurre a sus reservas monetarias para paliar pérdidas del orden del 20 por ciento del producto bruto interno.

De eso hablaron los mandatarios y los ministros en la IV Cumbre América del Sur-Países Árabes (ASPA) realizada en Riad, engalanada para la ocasión. Doce representantes de los países sudamericanos y 22 de la Liga Árabe recorrieron calles con un concierto de banderas y carteles alusivos: “Riad da la bienvenida a sus ilustres huéspedes”, “La Cumbre de Riad sirve para promover la complementariedad económica de los pueblos árabes y sudamericanos” y “Los pueblos árabes apoyan el proceso de cooperación entre sus países y América del Sur”. Sólo asistieron dos presidentes sudamericanos: el de Venezuela, Nicolás Maduro, y el de Ecuador, Rafael Correa, por ser miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Argentina envió a su vicepresidente, Amado Boudou.





Es curioso: en Riad convergieron el parón económico sudamericano –con materias primas a precios en picada y perspectivas de crecimiento escasas–, traducido en descontento político en algunos países, y el enfriamiento de economías árabes que ya no prevén un aumento del precio de su principal fuente de ingresos. De los 47 dólares actuales por barril, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima en su informe anual que alcanzará los 80 dólares en 2020 y los 85 dólares en 2040, con incrementos adicionales a partir de este año. Irak e Irán, recientemente liberado de las sanciones por su programa nuclear, liderarán el crecimiento de la producción.

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