La policía turca detuvo el domingo a decenas de personas en la ciudad mediterránea de Antalya, durante una serie de protestas contra la cumbre del G20 que se realiza en un centro turístico cercano. Sin embargo, la mayoría de las manifestaciones fueron pacíficas.
La seguridad es estrecha durante la cumbre de dos días que se espera sea dominada por debates sobre cómo responderán las naciones del G20 ante los ataques letales de París, que reivindicó el grupo Estado Islámico. Los manifestantes fueron retenidos a varios kilómetros (millas) de la sede del evento, que se realiza en un centro turístico de playa a unos 40 kilómetros (25 millas) de la ciudad de Antalya.
Un grupo de unos 500 jóvenes pertenecientes a la asociación nacionalista turca se reunieron en la ciudad, sosteniendo figuras de cartón con la apariencia del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y denunciando las intervenciones estadounidenses en Medio Oriente. La policía le permitió al grupo marchar brevemente con la condición de que se deshicieran de los muñecos de cartón.
Cientos de miembros de grupos izquierdistas turcos y sindicatos también realizaron una manifestación contra la organización de naciones, que reúne a naciones ricas y en desarrollo del mundo.
Marcharon por el centro de Antalya con una pancarta con la leyenda: “Fuera la organización del G20 de guerra asesina, colonialista e imperialista” tanto en inglés como en turco. La policía detuvo a decenas de manifestantes luego que uno de ellos arrojara petardos hacia la policía mientras la muchedumbre se dispersaba.
Anteriormente, la policía detuvo a cuatro manifestantes que querían caminar a la sede de la cumbre para entregar una carta a los participantes. Las autoridades también detuvieron a unos 20 manifestantes que rehusaron someterse a una revisión de seguridad, de acuerdo con reportes de la agencia noticiosa estatal Anadolu.
Por separado, miembros de la comunidad étnica turca uigur también se reunieron en la ciudad para protestar por la forma en que China trata a la minoría musulmana. El presidente chino, Xi Jinping, es uno de los participantes de la cumbre.
Turquía adaptó una gran arena deportiva en Antalya como un centro temporal de detención en caso de protestas de gran magnitud.