La industria turística española en Sharm al Sheij, en estado de coma

La industria turística española en Sharm al Sheij, en estado de coma

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Una de las populares playas de la localidad egipcia de Sharm al Sheij, completamente desierta tras el siniestro del avión ruso. El atentado yihadista contra el avión ruso que se estrelló en la península egipcia del Sinaí el pasado 31 de octubre con 224 personas a bordo ha dejado las inversiones turísticas españolas en la localidad de Sharm al Sheij en estado de coma. Días después del siniestro, Rusia y el Reino Unido, de donde proceden la mayoría de los turistas que acuden a esta ciudad del mar Rojo, decidieron suspender sus vuelos a esta zona del país y repatriar a sus nacionales, lo que ha herido gravemente la industria turística. EFE/Edu Marín

 

El atentado yihadista contra el avión ruso que se estrelló en la península egipcia del Sinaí el pasado 31 de octubre con 224 personas a bordo ha dejado las inversiones turísticas españolas en la localidad de Sharm al Sheij en estado de coma.

 





Edu Marín/ EFE

Días después del siniestro, Rusia y el Reino Unido, de donde proceden la mayoría de los turistas que acuden a esta ciudad del mar Rojo, decidieron suspender sus vuelos a esta zona del país y repatriar a sus nacionales, lo que ha herido gravemente la industria turística.

“La situación es terrible, pero lo peor es que no tenemos previsiones de lo que puede pasar en el futuro”, dice en entrevista con Efe el director general del hotel Barceló Tiran Sharm, Fajer Jalifa.

El panorama que se vive en este hotel de la cadena mallorquina es desolador: los accesos, el salón de entrada, los pasillos, la piscina y la playa privada están casi completamente vacíos.

Jalifa asegura que antes del siniestro del avión, en octubre, el 75 por ciento de las habitaciones estaban llenas, y ahora la tasa de ocupación no supera el 10 por ciento. “Y aún así somos afortunados, porque nos permite mantener el hotel abierto”, añade.

Entre esos clientes no hay ningún ruso o británico, sólo turistas procedentes de Kazajistán, Lituania, Bielorrusia y algunos egipcios y alemanes.

Esta situación les ha hecho perder, en tan solo un mes, “cerca de 125.000 dólares”, precisa Jalifa.

Quien también está en “cuidados intensivos” es el Meliá Sharm, que ha acumulado, desde el día del siniestro hasta el pasado martes, unas pérdidas de “115.000 dólares”, dice a Efe el director de la división de habitaciones del hotel de esta cadena también mallorquina, Yaser Azab.

En el caso del Meliá, la ocupación ha ido decreciendo desde la jornada del siniestro hasta alcanzar ahora “un 8-10 por ciento” de las habitaciones ocupadas, en su mayoría con “turistas procedentes de Ucrania y Bielorrusia”.

Estas cifras se han alcanzado al haber sufrido un “9 por ciento de cancelaciones y ninguna reserva nueva” desde entonces.

Según Azab, Meliá está lanzando promociones para paliar esta situación, y por ello ofrece “el precio mínimo que se puede garantizar para no sobrepasar el punto de equilibrio”, que se sitúa “en torno a los 25 o 35 dólares por persona y noche”.

Por su parte, el Barceló Tiran Sharm, que igualmente ha sufrido la cancelación de 4.500 noches, ha decidido ofrecer tarifas más competitivas para lidiar con el vacío turístico.

Sin embargo, según Jalifa, “incluso con precios más baratos es muy difícil convencer a los turistas. No es un problema de precio, sino de seguridad”.

En este contexto, el Meliá Sharm ha aplicado un plan “A” de contingencia, que consiste en un control de costes, promociones, etc”, pero no despidos.

De momento, la cadena espera no tener que aplicar los planes “B” y “C”, que implicarían “reducción de jornada de la plantilla y mayores recortes”.

Por el contrario, antes del siniestro, en el Barceló Tiran Sharm trabajan 300 personas, y ahora solo lo hacen 200, según Jalifa.

“Todo se encuentra en estado de espera. Antes de esta crisis, la compañía estaba discutiendo con propietarios en otros destinos, como Marsa Alam o Hurgada, pero ahora se han visto obligados a parar todas las negociaciones, hasta tener una mejor perspectiva de la situación. Ahora, ningún inversor puede arriesgarse”, añade Jalifa.

Para el director general del hotel Barceló en Sharm al Sheij, son las autoridades egipcias quienes deberían apostar por la zona.

Lo mismo opina Azab, que señala que el Gobierno egipcio debería ayudar a la industria turística a través de la aerolínea estatal, Egyptair, que debería, según él, “poner los precios más baratos, incluir vuelos chárter desde más países hacia Sharm al Sheij y realizar campañas de mercadotecnia”.

En esas campañas, podría estar incluido el mercado español, que acude tan solo de manera testimonial a Sharm al Sheij, ya que prefiere otros destinos culturales en Egipto.

“Los turistas españoles vienen en paquetes que incluyen El Cairo, Luxor y puede que un par de días en Sharm al Sheij. Los españoles no se suelen quedar diez o quince días en el hotel”, precisa el responsable de Meliá Sharm.

Para Azab, más difícil que la propia crisis es saber cuándo concluirá.

“Hemos tenido crisis similares en el pasado, aunque lo más duro es no saber cuándo se va a resolver. Espero que lo haga a mediados de diciembre. Es muy importante que Rusia (y Reino Unido) vuelvan a operar sus vuelos. Cuando lo hagan, iremos poco a poco recuperando la normalidad”, afirma. EFE