A escasos tres días del proceso electoral que elegirá al nuevo parlamento, no veo forma alguna de que el resultado pueda ser distinto: la Unidad Democrática, la que en el tarjetón se encuentra abajo, a la izquierda, en la esquina, la de la manito; alcanzará mayoría absoluta y quizá calificada en la Asamblea Nacional. No sólo lo reflejan las encuestas, sino que se siente en los recorridos, asambleas, conversatorios, contactos casa por casa que hemos realizado antes y durante la campaña electoral. Este país está cansado y aspira a demostrar con el voto ese anhelo que también está lleno de la esperanza de construir una patria mejor.
Esta gestión de ya casi diecisiete años desaprovechó la más hermosa oportunidad que ningún gobierno ha tenido en la historia de Venezuela. Llegaron al poder en un momento de molestia como el que hoy vivimos, tuvieron apoyo popular, liderazgo, control de los poderes públicos y de los medios de comunicación, impresionantes recursos provenientes del incremento de los precios del petróleo y de la recaudación de impuestos. Definitivamente tuvieron todo para llenar a Venezuela de progreso y bienestar. ¿Qué les pasó en el camino? ¿Por qué se envilecieron? ¿Qué los llevó a traicionar las expectativas de la gran mayoría de este país? ¿Por qué se dedicaron a imponer un modelo económico y social absolutamente caduco que ha fracasado en todos los países donde se ha implementado? ¿Cómo se atrevieron a plagar a nuestro país de más pobreza, inflación, desempleo, desabastecimiento, inseguridad, precariedad en la prestación de servicios públicos, corrupción? No tengo una respuesta que no sea la de tener el poder como un fin en sí mismo con las consecuencias de perversión que ello conlleva.
Este domingo 6 de diciembre la gente saldrá a cambiar el rumbo del país. Llegó el momento de que como pueblo nos pongamos al frente para frenar los desmanes y enrumbar al país por otros derroteros. Debemos combatir el ventajismo, el abuso de poder, la compra de conciencias, las amenazas a funcionarios del gobierno o a beneficiarios de programas sociales. Debemos combatir la campaña de terror que adelanta este irresponsable gobierno, esa que intenta que la gente que tiene una pensión sienta que la va a perder porque gane la oposición ésta contienda. Debemos enfrentar la violenciaque seguro será inducida desde el oficialismo en algunos centros de votación. Todo eso debemos enfrentarlo y superarlo exitosamente.
Estamos muy cerca del cambio. Apenas a horas de que la historia nos dé una oportunidad de mover el timón del barco. No podemos cometer ni uno solo de los errores que nos trajeron hasta aquí. La historia nos ha dado muchas oportunidades para conquistar y reconquistar la democracia: en el 28, en el 36, en el 45, en el 58… Y siempre terminamos volviendo a gobiernos como el que hoy tenemos, porque, en general, los políticos y los partidos, seenferman de poder y de dinero y le dan la espalda a la gente. El cambio en este momento debe comenzar por nosotros, los que estamos recibiendo labendición de su confianza y de su voto. No podemos hacer lo mismo que se ha hecho en los últimos 17 años, porque está demostrado que esa manera de hacer política no ha servido. Demostremos que la política es servicio al pueblo y no búsqueda de poder y cobres. Asumamos que el poder debe ser plural, incluyente y de verdad puesto en manos del pueblo y no de una persona o un partido, sea cual sea. Es necesario incorporar a los trabajadores, a los maestros, a los empresarios, a los estudiantes, a las comunidades, a las madres. Sumar y no restar. Tenemos que demostrarle al pueblo que su voto no sólo será en contra del peor gobierno de la historia de este país, sino que será a favor de la mejor gente que tenemos para cambiar la historia. A quienes seremos electos: trabajemos día y noche para merecer el voto que recibiremos el 6 de diciembre. ¡A trabajar por el Zulia y por Venezuela!