Pedro Castro Guillén: Victoria y cambio

Pedro Castro Guillén: Victoria y cambio

thumbnailpedrocastroEl domingo se concreto la victoria de los sectores democráticos que todos esperábamos en correspondencia con la grave situación del país. En el primer boletín el CNE anuncio que son de manera irreversible 99 diputados de la oposición y 46 del chavismo, las proyecciones del comando de campaña esperan que se llegue a un número de entre 112 y 116 diputados cuando se terminen de definir los circuitos faltantes, de ser así conquistaríamos la mayoría calificada.

El Presidente Nicolás Maduro, dijo en su alocución al país que había sido una victoria de la contra revolución, eso es otro dislate en la cadena de equivocaciones de la dirigencia oficialista, porque este régimen no es una revolución; al contrario, es uno de los regímenes más nefastos que ha vivido Venezuela desde la conquista. Hemos vivido estos 17 años de socialismo del siglo xxi, como violencia destructiva elevada a su máxima potencia, una orgía de corrupción pública no sólo por el desfalco del arcas públicas, sino por la corrupción ética y moral de los que están a cargo del gobierno, una violación masiva de los derechos constitucionales de todos los ciudadanos y de sus derechos humanos, hemos vivido el asesinato masivo de la población frente a la mirada indiferente de quienes dirigen el estado y de quienes les corresponde velar por la seguridad pública y de quienes le corresponde administrar justicia. Tres hechos pueden sintetizar la situación de quiebra del país una inflación del 300%, destrucción de PDVSA y más de 250.000 homicidios en 17 años con 96% de impunidad.

El reto del cambio es monumental, le corresponde a esta nueva Asamblea Nacional, comenzar a sentar las bases de una nueva reinstitucionalización democrática del país, comenzando con hacer justicia liberando a los venezolanos presos de conciencia de este régimen. Es un proceso difícil ya que el país vive sumergido en un desastre de dimensiones colosales, con un gobierno que no tiene liderazgo, está muy dividido, maculado por la corrupción, la incompetencia, la desidia, que es incapaz de tomar las decisiones pertinentes para superar los problemas gravísimos de inflación, escasez y desabastecimiento, recuperar el sistema productivo y el combate firme del delito para disminuir el genocidio sin guerra que vive el país.





Es de esperar que la situación por venir sea aún más grave porque estará marcada por unos precios del crudo que mantienen una tendencia a la baja, con un régimen que mantendrá su tendencia entrópica, en donde el impulso a la anarquía se agudizara, lo que la situación se tornara inestable y peligrosa. Es aquí donde el desafío para la nueva Asamblea Nacional se convierte en un verdadero órdago de creatividad y maestría política para contribuir a enderezar un país con situaciones tan desafiantes en materia económica, social, política. Esto implica pensar en una transición que acelere la posibilidad de dar por terminada esta experiencia ominosa del socialismo del siglo xxi y entrar en una nueva etapa democrática.

Pedro Vicente Castro Guillen @pedrovcastrog