El gobierno de Nicolás Maduro, caracterizado por dar rienda suelta a medidas tildadas de populistas y estrategias de fiscalización que han terminado por arreciar el acceso a los bienes y servicios, enfrenta un nuevo reto tras la derrota que sufrió el chavismo en la Asamblea Nacional.
Para el cierre de año, el jefe de Estado debe hacer frente a las predicciones económicas de especialistas que han terminado por ser quienes informen a la población, debido al “blackout informativo” que tiene el Gobierno nacional con las cifras de las instituciones que están bajo su ala.
Pese a que las autoridades del Banco Central de Venezuela llevan casi un año sin publicar el índice inflacionario, algunos analistas estiman que el alza de precios alcanzó los tres dígitos, mientras que Maduro alude que estará por el orden de 80%.
Estos fenómenos se deben a hechos como la escasez y el desabastecimiento, aunque otros expertos aluden al agotamiento de un modelo económico que se ha caracterizado por más de un lustro por controles de precios, así como de cambio vigente desde 2003.
A este panorama se suma un crecimiento en gran escala del gasto público, situación que pudo evidenciarse en el año, específicamente con en el último trimestre, por la campaña electoral.
El control cambiario, la manzana de la discordia del gabinete económico
Actualmente Venezuela posee un estricto control cambiario que contempla tres tipos de cambio, situación que ha dado pie a un mercado negro de divisas.
Expertos en economía aseveran que el país tendrá una contracción de al menos 6% y un déficit fiscal del 20% del PIB, una escasez promedio de 60% de productos básicos, y miles de millones de dólares en deudas comerciales con proveedores internacionales.
Durante 2015, el gobierno de Maduro no ha dado cifras de inflación, crecimiento o escasez y se ha preocupado solo por continuar con los programas de bienestar social que están en el centro del movimiento chavista, ante la drástica reducción de los precios del petróleo, que supone el 95% de los ingresos por exportaciones de Venezuela.
Las fiscalizaciones y regulaciones durante la campaña
Por otra parte, las regalías por parte del Ejecutivo nacional, principal eje de propaganda del Gobierno, se arreciaron a final de año con el calor de la campaña electoral.
Las donaciones de tablets, canaimitas, taxis y hasta la aceleración de la Gran Misión Vivienda Venezuela fueron algunos de los elementos que dieron una clara vista al país sobre la repartición de los recursos del Estado.
A esto, se unió el popular subsidio de huevos, a Bs. 420 el cartón, medida que causó furor en la población e hizo que una de las proteínas más importantes y accesibles en el país se esfumara en cuestión de tres días.
Asimismo, hace pocas semanas Maduro anunció que había llegado al país el último lote de 2.500 taxis para completar los 10.000 vehículos de la Misión Transporte. Esto es un indicativo de una nueva repartición a la vuelta de la esquina o sencillamente la garantía de un nuevo trueque de recursos por próximos votos.
Estas medidas, a juicio de estrategas políticos, han fungido como aciertos y para otros desatinos de la gestión, por acostumbrar a la población a las dádivas del Gobierno, situación que podría pasar factura en el panorama económico actual en el que se avizora un barril de petróleo en descenso continuo.
Los detenidos en Haití, la audiencia por narcotráfico más esperada en Venezuela
El pasado 10 de noviembre fueron arrestados Efraín Campos Flores y Franqui Flores en Haití, en una operación encubierta coordinada por la DEA para capturarles por tráfico de drogas.
Se conoció que cuando el avión en el que transportaban el presunto cargamento de cocaína llegó a Puerto Príncipe ambos fueron detenidos y entregados a la DEA, que se encargó de llevarlos a Nueva York, según fuentes conocedoras del caso.
Flores Campo y Flores fueron identificados como familiares de la primera dama, Cilia Flores, situación que hasta los momentos no se ha confirmado o negado oficialmente, más allá de una declaración del diputado Diosdado Cabello, quien indicó que al menos uno de ellos no está emparentado con la esposa del Presidente.
Tras un segundo diferimiento del 2 de diciembre, la presentación de los jóvenes quedó pautada para el 17 del mismo mes, en horas de la mañana.
A la espera del 17 de diciembre, día de la próxima audiencia de Efraín Campos Flores y Franqui Flores lo que queda por preguntar es:
¿Podrá el gobierno de Nicolás Maduro soportar estos reveses?
