Editorial El Nacional: El ejemplo de María Corina

Editorial El Nacional: El ejemplo de María Corina

thumbnailelnacionalAunque noticias, crónicas y artículos de opinión han destacado el importantísimo papel desempeñado por tres mujeres excepcionales, Lilian Tintori, Mitzy Capriles y María Corina Machado, en la campaña electoral y que culminó con el triunfo de la unidad democrática, no han faltado voces que han criticado a la última de las mencionadas, aguerrida militante de la disidencia que no juega al disimulo ni teme decir lo que piensa.

A María Corina se le ha reprochado, desde el seno mismo de la MUD, que haya aupado, en el circuito 3 del estado Táchira, la candidatura de Edgar Colmenares, lo cual habría impedido la victoria de Yosmar González y permitió a José Sanguino hacerse de la curul en lisa.

No vienen aquí a cuento las razones o sinrazones que abonan el que un mini líder gritón cuestione el comportamiento de la dirigente de Vente Venezuela, porque ello nos conduciría a profundizar sobre los erráticos procedimientos de selección de candidatos y precandidatos de la MUD. Basta con recordar que en las elecciones pasadas María Corina sacó más votos que los candidatos de la oposición o del gobierno. Pero la rosca de siempre la dejó afuera.





Cuando aún no se tenía la certeza de contar con una mayoría calificada en el nuevo Parlamento, hubo quienes, por adelantado, señalaron a Machado como presunta culpable de que no se alcanzase tan preciada cota de poder. Pero se logró, afortunadamente, y es aquí donde vale la pena examinar lo que ella declaró, en entrevista sin desperdicios, a este periódico, en la cual reafirma su apuesta por la unidad que tanto ha costado amalgamar.

Al respecto, la periodista Sofía Nederr no se fue por las ramas y le recordó que se habían “hecho señalamientos sobre maniobras divisionistas de su organización que afectaron a la MUD”, a lo cual María Corina respondió: “Hay tanto que podríamos reclamarnos unos a otros, tantos errores que se han cometido. Creo que es momento de fortalecer la unidad del país (…). A mí me negaron el derecho de ser candidata y de tener voz en el Parlamento, y lejos de asumir esto como un motivo de decepción, asumí una campaña nacional (…). Recorrí Venezuela de arriba abajo (…). Acompañé a más de 60 candidatos nominales y lista de la MUD en circuitos donde la única figura nacional era yo”.

El chavismo y algunos envidiosos de la oposición, casi todos de la cuarta república, entorpecieron las legítimas aspiraciones de María Corina Machado, pero ella no se amilanó. Es una mujer consecuente con sus ideas, cuyos puntos de vista destilan solvencia conceptual: “Fue un voto por la libertad y contra el régimen. No se pueden excusar con que es un rechazo a la gestión nefasta y corrupta de Maduro porque la imagen de la campaña fue Chávez. La derrota monumental es la del modelo”.

Tales fueron sus palabras cuando se le inquirió sobre la significación del voto mayoritario por la Unidad, y las mismas sintetizan, de manera concluyente, clara y clarísima, lo que no ha querido o no ha podido entender la dirigencia roja, rojísima.