Escasez de gaseosas de litro se acentúa en comercios tigrenses

Escasez de gaseosas de litro se acentúa en comercios tigrenses

(foto David Nogales)
(foto David Nogales)

Comprar cualquier producto de consumo se ha vuelto una tarea difícil, pero aun así los usuarios no cesan en la búsqueda de lo que desean, aunque tengan que andar como cazadores detrás de su presa. Así lo reseña eltiempo.com.ve / Marinelid Marcano Serra

En los últimos días, en la capital de Simón Rodríguez ha predominado la escasez de refrescos de litro y medio y dos litros, por lo cual los consumidores y hasta los comerciantes informales no pierden la oportunidad de comprar todas las que pueden cuando consiguen en algún negocio.

Ayer en la calle Ayacucho del casco central, la “locura” por adquirir la gaseosa se observó cuando en un comercio asiático sacaron pocos bultos de 12 botellas de litro y medio de Coca Cola.





Miguel García pasó por el lugar y aprovechó para comprar tres bultos, cada uno por Bs 2.400.

“No se consigue y ya vienen los días festivos y siempre se necesita para brindar o acompañar otra bebida”.

El comerciante asiático encargado del lugar dijo que en la semana llega “muy poquito” y apenas los descargan los compran rápido.

El propietario del negocio vecino, también asiático, alegó que no tenía refresco desde hace días porque no le habían llevado. “No hay llega muy poquito”.

Otra de las clientes que corrieron con suerte fue Berenice Ávila, quien adquirió cuatro paquetes.

“Yo vendo refresco en mi casa, pero ya hace una semana que no conseguía para llevar, porque en mi sector no hay bodegas cerca. Se ha puesto difícil comprar, sobre todo, las de dos litros, sea del sabor que sea”, dijo.

No hay planta

En el momento en que el equipo de El Tiempo estaba en el lugar llegó un camión de Coca Cola y al consultarle al vendedor sobre la falta del producto, se limitó a decir que había poca distribución hacia el sur de la entidad porque no hay plantas. “En Puerto La Cruz no hay problemas. Allá sí se consigue”.

Precisó que la cantidad de pedidos había disminuido por esa situación y que si antes un cliente pedía 40 paquetes, ahora le llevaban 15.

Mientras la unidad estaba parada en ese sitio, muchos eran los consumidores que se acercaban preguntando para dónde iban a distribuir la mercancía a fin de “correr” y empezar a hacer la cola para comprar el refresco.