William Anseume: Carta universitaria al amigo diputado

William Anseume: Carta universitaria al amigo diputado

William Anseume Estimadísimo amigo Luis Loaiza, diputado electo de la República:

Lo obligante primero, la felicitación indispensable por tu elección y la de los otros representantes que el país seleccionó, dentro de los diversos factores democráticos, en procura de una profunda transformación de los destinos nacionales. La gesta del 6D habrá que sumarla entre las grandes de las conquistas civiles, civilistas, venezolanas, tú en ella como protagonista. Todo esto me alegra profundamente y permite acrecentar el valor de nuestra continua lucha.

Luego (me) preocupa enormemente el tema educativo. Se percibe como que no está contemplado explícitamente como prioridad entre las muy variadas, hondas, problemáticas que va dejando este gobierno miserable (no vislumbrado siquiera por el genio de Víctor Hugo). Sin embargo, pronto, tan pronto como se pueda, ya que postergar es tardar, requiere la atención directa y sustancial de la MUD y de ustedes, de ti. Sé que es parte, tiene que serlo porque es tu sustancia, de tu norte en la representación que se te encomienda.





A largo plazo, estamos al tanto todos, es la educación el principal factor de transformación verdaderamente duradera para el sustento del país. También lo conocemos: este gobierno diezmó completamente la educación en Venezuela. Pintó, o trató, de ideología roja, vacua, la formación, la creación, el pensamiento nacional. No lo logró.

Y no logró lograrlo porque la educación, especialmente la acorazada en el sistema universitario, fue siempre un eje, a veces radical, de resistencia a la dictadura, al acabamiento, a su acabamiento institucional y al del país, acabamiento que quiso imponérsele desde el gobierno nacional.

La universidad, lo sabes perfectamente, Luis, es considerada por este gobierno como su enemiga fatal. Esto por crítica, por creativa, por desarrolladora de ideas renovadoras del pensamiento hacia el futuro. Esa universidad está en un estado de calamidad casi absoluta. Tú, como dirigente gremial y político conoces a fondo esta realidad.

Hoy, a ustedes, se les piden muchas cosas, titánicas la mayoría de ellas. Era de esperarse. Se requiere una reconstrucción más o menos inmediata de casi todo este esterero, este abandono por sostener el poder que se les va a los rojos, esperemos que para siempre.

En el ámbito educativo universitario se les plantean a ustedes, especialmente a los representantes electos con lucha universitaria tenaz, como la tuya, la de nuestro Juan Andrés Mejía, la de Requesens, la de Gaby Arellano, la de José Guerra y la de tantos y tantos surgidos en la diatriba, el debate y la formación universitaria muchas propuestas, proyectos, ideas generales o particulares, algunas con son de reclamo, aun antes de ocupar su curul. Se entiende el alto nivel de desesperación ante la calamidad que hemos soportado estos lamentables 17 años. He oído de una declaración de emergencia universitaria (diría educativa), de una nueva y deseable Ley de universidades, y así cualquier otro planteamiento con basamento o no. Es de esperarse.

Considero que la inmensa problemática, especialmente universitaria, hay que centrarla en la constitucional autonomía y con ella lograr la reorientación presupuestaria, la ruptura de las cortapisas impuestas por leguleyos fascistas para que se realicen, en todas las universidades, las indispensables elecciones de autoridades rectorales y de los representantes en los cuerpos directivos, e, indudablemente, la revisión inmediata de las tablas salariales y las demás condiciones socioeconómicas de los trabajadores universitarios. Esto para impedir que continúe la diáspora de colegas por el mundo, producto de este ahuyentar la inteligencia que se ha producido con estos dos últimos gobiernos macabros, para propiciar, también así, el retorno de aquellos profesores que deseen volver a contribuir en este rehacer un país vivible, y para que se nos permita, como otrora, invitar sin sentir vergüenza por la contraprestación, a colegas de otras universidades del mundo a compartir con nosotros su sabiduría, con su presencia deseable. Si esto se lograse, en un corto tiempo, y desde la Asamblea Nacional se tienen muchas herramientas para ello, se avanzará en mucho en el necesario resurgir universitario y educativo nacional. Quedando, así, de todos modos, pendientes, muchos “detalles”, como la renovación fundamental, en apuesta al futuro, la necesaria re-dimensión de nuestras instituciones.

Lejos de pensar que todo está consumado para el bien ya, creo que falta mucho más por luchar. Como dijo recientemente Vargas Llosa, falta sortear muchas otras dificultades para los venezolanos, pero ya lo peor pasó. Sé, por conocerte, que contestarás mi comunicación. Pero la mejor respuesta que aspiro es la de que se avance muy pronto en las necesarias soluciones a la desmesurada problemática educacional y universitaria, por el bien general. Un abrazo, agradecido por tu atención y reiterando la felicitación a todos, votantes y votados, tu amigo.

[email protected]