Juan Pablo Guanipa: Feliz Navidad Manolo

Juan Pablo Guanipa: Feliz Navidad Manolo

thumbnailjuanpabloguanipaCamino a Sinamaica, en compañía de Corina, mis hermanos y todas nuestras familias, no hago más que recordarte. Estos días han estado llenos de tu presencia. Desde que se produjo el triunfo del pueblo venezolano el 6 de Diciembre y luego de la proclamación de dos de tus hijos como diputados electos –estoy seguro de que ambos hechos te han alegrado mucho–, la gente que te conoció, que fue tu compañera o amiga, te recuerda con un afecto que me sorprende por la distancia temporal de tu partida. En cada pueblo del Zuliaprofundo que he recorrido –en estos días Post 6D hemos ido a la Costa Oriental, al Sur del Lago, a Perijá– siempre encuentro gente que te recuerda y te sigue queriendo, que muestra un profundo cariño, respeto o admiración por ti. En El Guayabo, por ejemplo, una señora insistía en que fuera a su casa. Allí, con mucho afecto me habló de ti y de tu arraigo en esos pueblos del sur. Entró a su cuarto y sacó un álbum viejito con fotos y recortes de prensa que hablaban de tu vida y de tu muerte. Me decía, como muchos, “Manolo en el cielo está muy orgulloso de ustedes”.

Sinceramente mucho hiciste en tu corto tránsito vital de 39 años. Naciste en Maracaibo bajo el signo de la pobreza y en esa experiencia pudiste vivir todo lo que vive el pueblo. Pasaste tu niñez en Campo Rojo, campo petrolero de la Costa Oriental del Lago. Allí tu padre, Manuel Guanipa Infante, obrero petrolero, terminó de formar su familia de 12 hijos con abuela Carmen, andina de recio carácter. Cuando te tocó estudiar bachillerato, lograste una beca para estudiar en el Colegio San José de Mérida, lo que significó una impresionante ayuda en la formación de tu personalidad. Y coincidía el inicio de tu carrera universitaria en la Facultad de Derecho de LUZ, con la caída de la dictadura perezjimenista, o mejor dicho, con el inicio de la democracia venezolana, lo que significó para ti y para toda esa generación del 58 un parto lleno de ilusiones y esperanzas frente al anhelo de nuestra realización democrática. Fuiste un demócrata cristianoconvencido. Te nutriste de esa gran formación de la Doctrina Social de la Iglesia que da valores y principios y que responde a los problemas más importantes de la humanidad. Casi simultáneamente formaste tu familia y en un abrir y cerrar de ojos, tenias siete hijosque aspiramos honrarte siempre.

Tu paso a la nueva vida fue intempestivo, no hubo adiós ni despedida. Sin darnos cuenta habías ido al encuentro del Señor. De eso hace casi 38 años Manolo. Uno puede no entender esas cosas de la vida, pero no tenemos nada que cuestionar. La vida es así y así la asumimos. A los cristianos nos anima la expectativa de la vida en la eternidad.





Tu familia ha crecido. Tu semilla ha germinado. Corina hizo lo propio para continuar sola el trabajo que iniciaron juntos. ¡Y vaya si lo hizo bien! A veces pienso qué bueno hubiera sido que siguieras con nosotros y que hubieras podido conocer a yerno, nueras y a tus 28 nietos, pero luego me doy cuenta de que los conoces, los quieres y a todos nos proteges desde el cielo. También concluyo que inferías que tu vida sería corta, porque ella estuvo llena de realizaciones tempranas. Al irte quedó con nosotros tu recuerdo. Siempre te recordamos con alegría. Aquí quedó tu impronta y tu legado. Nuestro compromiso es asumir la política con la convicción, sensibilidad y vocación de servicio que signó tu vida intensa. Dios bendiga al Zulia y a la Venezuela que tanto quisiste. Feliz Navidad Manolo. En Dios confío que la disfrutarás en primera fila. Ojalá todos hagamos méritos para encontrarnos en el cielo.