Estas son las extrañas enfermedades que golpearon a América Latina en 2015

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Las enfermedades más extrañas de este año en América Latina corresponden a dos males transmitidos por mosquitos, enfermedades provenientes de África, y casos individuales que sorprendieron y conmovieron a la región: La chikungunya.





Infobae

Los primeros casos de la región aparecieron hace dos años, pero en 2015 la enfermedad se hizo presente en las primeras planas latinoamericanas por la particular fuerza con la que propagó. Después de detectarse en República Dominicana, el virus se esparció por Colombia y varios países de Centroamérica, con cientos de miles de casos reportados.

Es un virus originario de África que se transmite por la picadura de los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus. Los principales síntomas son fiebre y dolor de cabeza. La palabra chikungunya proviene del kimakonde –la lengua que hablan los makonde del sureste de Tanzania y el norte de Mozambique– y significa, literalmente, “estar doblado de dolor”.

El virus zika

El mismo mosquito que propaga la chikungunya causó estragos durante la segunda mitad del 2015, esta vez como vehículo del virus Zika, que le debe su nombre a un bosque en Uganda donde se identificaron los primeros casos a finales de los años 40.

Los primeros pacientes se descubrieron el año pasado en la isla de Pascua chilena, y desde entonces se verificaron casos en México, Guatemala, El Salvador, Colombia, Brasil, Surinam, Venezuela, Paraguay y Chile.

A la fiebre y al dolor de cabeza, se le suman los dolores musculares y en las articulaciones. También inflamación en manos y pies, conjuntivitis no purulenta, edema en los miembros inferiores y erupción en la piel, que tiende a comenzar en el rostro y luego se extiende por todo el cuerpo.

Los mosquitos son transmisores de las enfermedades más extrañas
El “cáncer de parásito”

El mes pasado se publicaron los resultados de una investigación sobre un caso sorprendente: un colombiano de 41 años que en 2013 se había presentado en una clínica de Medellín con síntomas de fatiga, fiebre, tos y pérdida de peso. Hacía siete años le habían diagnosticado VIH, pero no estaba recibiendo tratamiento.

Pero los doctores encontraron que tenía el parásito estomacal Hymenolepis nana. Y le encontraron tumores que, al examinarlos, resultaron tener niveles altos de ADN solitario. Era la primera vez que se registraba tal cosa: la transmisión de células cancerígenas de un parásito a un ser humano, gracias a una extraordinaria combinación de factores.

El paciente, cuyo nombre se ha mantenido en la reserva, murió en 2013. Pero este año los especialistas tuvieron la oportunidad de descubrir una enfermedad muy inusual en América Latina.

 

Se tratan de bebés que nacen sin pene ni testículos pero de pronto, cuando se acercan a la pubertad, empieza a crecerles el órgano reproductor masculino. A ese fenómeno se le llama ‘Güevedoces’ en la provincia de Barahona, en República Dominicana.

La explicación científica está en una rara alteración genética que inhibe el trabajo de la testosterona hasta que, con los cambios de la adolescencia, se activa. Esto tiene profundas consecuencias en el desarrollo físico y emocional de las personas afectadas, a quienes el cuerpo les cambia sin previo aviso.

Hemangiomatosis capilar pulmonar

Le ocurrió a un Cristóbal Gelfenstein Perey, un joven chileno de 14 años que necesitaba con urgencia un trasplante de pulmón para evitar la misma suerte que había corrido antes su hermana de 17 años: la muerte prematura por causa de una extraña enfermedad.

Se trata de una malformación en los pulmones que obstaculiza el proceso de oxigenación de la sangre. Hay sólo 50 casos documentados en todo el mundo. Por fortuna, tras una campaña promovida por sus familiares en Chile, a finales del pasado noviembre se le efectuó el requerido trasplante de pulmón con éxito.