Partido de tenis matinal con tres de las mujeres más glamurosas de la Gran Manzana, que aparecen en diarios y revistas en las grandes galas de beneficencia que marcan el calendario social en Manhattan. Las alternan con fines de semana de caza en un castillo en Inglaterra, o recrean un asesinato y juegan a detectives a lo Agatha Christie en otro en Irlanda, o simplemente van dos días a esquiar a Aspen camino a una semana navegando en el Caribe. En tema de entretenimiento, básicamente, ya han hecho y probado todo. Pero de lo que no paran de hablar entre set y set y por lo que están desbordantes de entusiasmo en los vestuarios es que se van a una fiesta con DJ Kai Song en las bateas.
Kai Song es un chico de 11 años que “pincha discos” desde los tres. En la actualidad, parecería que no hay fiesta relevante de fin de año en el eje Nueva York-Los Ángeles que pueda prescindir de su música. Tocó en Pachá, fue invitado estrella de Good Morning America, el programa más visto de la televisión americana, la revista Vibe lo nombró uno de los DJ a los que hay que estar alerta y ya sacó un álbum con el sello Ultra Music. Hasta Tïesto, el gran ídolo de la música electrónica, pasó una tarde con él y luego tuiteó a sus fans sobre la experiencia, etiquetándolo como “el futuro”.
Pero lejos de jugar de alternativo o hacerse el superado, Kai Song es un chico muy normal. A pesar de sus aventuras nocturnas (cuando tocó en Pachá se fue a la cama “dos horas y media después del horario en el que me mandan a dormir habitualmente”, confesó), el año último fue el mejor de su clase en una escuela pública de Brooklyn.
“Cuando Kai nació -explica Lars Schlichting, su padre- yo era gerente de desarrollo para equipos de DJ Pioneer, así que nuestra casa siempre estaba llena de decks profesionales con los que dejaba a Kai jugar. Yo también era DJ y, si no era tarde, lo llevaba a verme tocar y ocasionalmente le dejaba presionar algún botón o subir el volumen. A los tres años él tuvo su debut profesional como DJ en el Children’s Museum of the Arts en Manhattan”.
Desde entonces Kai Song no paró, tocando tanto para Heidi Klum en la Fashion Week como para su abuela en el cumpleaños de 60.
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