Te cuento, hermano: “Que nos vigilen, que nos exijan…”, dijo Henry Ramos Por @FariasJoseLuis

Te cuento, hermano: “Que nos vigilen, que nos exijan…”, dijo Henry Ramos Por @FariasJoseLuis

 

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Buena, muy buena la imagen de Julio Borges y Henry Ramos Allup, flanqueando los dos a Chúo Torrealba, al momento en el cual éste daba a conocer los resultados de la consulta electoral entre los diputados principales de la MUD, para elegir al candidato de ésta a presidir la Asamblea Nacional durante el año 2016.





Borges aceptando, e incluso aplaudiendo, con buen rostro al ganador. Ramos reconociendo y exaltando, con humildad, las virtudes de su adversario. Ambos, tras contarse en un breve pero intenso proceso que Torrealba calificó de “impecablemente democrático y participativo”. Por supuesto, acompañado del grito “unidad”, “unidad”, “unidad” de todos los presentes, sentimiento general de la mayoría de los venezolanos, incluidos buena parte del oficialismo.

Una excelente demostración de madurez política digna de ser reconocida que arroja confianza, por ahora, en que vamos por buen camino para reconstruir el sistema democrático y devolverle la esperanza a los venezolanos. El camino es duro y culebrero. Sigamos cuidando la forma, sin descuidar el fondo.

II.-

Que hubiera preferido una decisión consensual, no lo niego. El consenso es el principal activo político que tiene la mesa de la unidad democrática y, digámoslo así, temo que no se agotaron las consideraciones políticas. Pero no fue de ese modo. Y pasemos la página.

¡Ojo! Sin negar el debate interno. Sin que los depositarios de la dirección política se “cogollicen”, un riesgo siempre tan latente como el cálculo estrictamente personal. Por lo que debemos hacer nuestras las palabras de Ramos: “A los venezolanos les pedimos que nos vigilen, que nos exijan, que nos observen”. Ahora es cuando vienen decisiones trascendentales que no se pueden resolver a la ligera o con votos o manos alzadas sin agotar la búsqueda del consenso que surge del debate, los argumentos, los elementos fácticos suficientes, las consideraciones políticas, el interés nacional, etc. La democracia no es sólo un asunto de mayorías sino, sobre todo, de consensos.

El consenso es fundamental no sólo para el fortalecimiento de la unidad sino también para la reconstrucción total de la nación con las fuerzas democráticas que sabemos existen, no de modo despreciable, en el seno del chavismo. Hay que ir al encuentro de esos sectores para construir consensos en la solución de los grandes problemas nacionales, al mismo tiempo que a los residuos antidemocráticos debemos tratarlos con “prudencia y firmeza”.

Con una economía en crisis y una cúpula gobernante empeñada en insistir en la “repolarización”, según lo ha manifestado el propio Maduro. Convencida de que la solución es la “lucha de clases” de pobres contra ricos, que busca acentuar la conflictividad política buscando explicaciones en el terreno ideológico que dividen la sociedad entre “malos” y “buenos”, “héroes” y “villanos”, “patriotas” y “apátridas”. Lo más aconsejable que procede es conservar y ampliar la mayoría democrática que sólo puede lograrse con la Unidad y el Consenso.

PD: A Borges y Ramos, mis respetos. Aquí les dejo una cita del historiador Eric D. Weitz que estimo de utilidad: “La Alemania de Weimar evoca las graves dificultades que pueden surgir cuando en una sociedad no hay consenso para mirar al futuro y cualquier diferencia, por nimia que sea, desencadena enfrentamientos políticos entre ciudadanos, cuando los asesinatos y la violencia callejera se convierten en el pan nuestro de cada día y las fuerzas antidemocráticas buscan la salida más fácil: convertir a las minorías en cabeza de turco. Representa, por encima de todo, una señal de peligro, porque todos sabemos cómo acabó: con la asunción del poder por los nazis el 30 de enero de 1933”.