Maduro aumenta la burocracia y mantiene intacta la política económica

Maduro aumenta la burocracia y mantiene intacta la política económica

 REUTERS/Carlos Garcia Rawlins
REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

Ni un paso atrás. Esa parece la consigna del presidente Nicolás Maduro al configurar su nuevo Gobierno, que tendrá enfrente a una Asamblea Nacional de mayoría opositora. La respuesta a la crisis ha sido el aumento de la burocracia, la ratificación de parte de sus colaboradores y la completa renovación del área económica con tres nuevos ministerios. Pero se trata de un cambio apenas cosmético. Maduro se rodea de ministros convencidos de que el problema no es el modelo, sino la aplicación de los controles sobre la economía.

Alfredo Mesa / El País

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció en la noche del martes los nombres de los nuevos integrantes de su Gabinete. De la nueva composición del Gobierno solo queda una certeza. El jefe de Estado venezolano persiste en la apuesta de un modelo de controles a la economía que se han traducido en una alta inflación y un crónico problema de escasez y desabastecimiento.





La respuesta a la crisis económica tras la victoria de la oposición en las pasadas elecciones parlamentarias de diciembre ha sido el aumento de la burocracia, la ratificación de algunos de sus colaboradores y la completa renovación del área económica, donde destaca la creación de tres nuevos ministerios. Se trata de un cambio apenas cosmético. Maduro insiste en la narrativa de un conflicto entre los sectores populares de los que se considera el representante y la oligarquía, que provoca la llamada “guerra económica”. El líder chavista ha nombrado así a funcionarios convencidos de que el problema no es el modelo, sino que los controles sobre la economía no han sido aplicados de la forma correcta.

En ese grupo destaca el nuevo ministro de Economía Productiva, Luis Salas, de 39 años, académico de la Universidad Bolivariana de Venezuela, quien, además, coordinará a todo el gabinete económico. Salas defiende la idea de que el Gobierno venezolano es víctima de un ataque despiadado de los capitales locales, es partidario de los controles de precios, de persistir, como desde 2003, en la restricción de la libre venta de divisas y ha calificado de “parasitaria” y de “captadora de la renta petrolera” a la empresa privada venezolana. Recientemente, Salas prologó el libro del economista español Alfredo Serrano Mancilla, asesor del gobernante venezolano, titulado América Latina en disputa.Al gabinete económico también llegan Miguel Pérez Abad (ministro de Industria y Comercio); Jesús Farías (Comercio Exterior e Inversión Internacional); Wilmar Castro Soteldo (Producción Agrícola y Tierras); Ángel Belisario (Pesca y Acuicultura); Rodolfo Medina (Banca y Finanzas) y Emma Ortega como responsable de la novedosa cartera de Agricultura Urbana.

Maduro también ha nombrado un nuevo vicepresidente ejecutivo. Se trata del actual gobernador del Estado de Anzoátegui (este de Venezuela), Aristóbulo Istúriz. Los analistas creen que este nombramiento envía una señal de disposición al diálogo a la oposición. Istúriz, que en el pasado militó en Acción Democrática, la formación socialdemócrata a la que pertenece el nuevo presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, representa la cuota de experiencia en el manejo político que necesita sumar el régimen de Nicolás Maduro. Se mantendrán en el área económica el militar retirado Rodolfo Marco Torres, ahora como ministro de Alimentación; Eulogio del Pino, en su doble condición de titular del despacho de Petróleo y Minería y presidente de Petróleos de Venezuela, y Marleny Contreras, ministra de Turismo.

Plan de ajuste

La renovación del Gabinete emergió de un conjunto de propuestas recibidas por el mandatario venezolano tras el varapalo electoral sufrido el pasado 6 de diciembre. A tal efecto, el chavismo celebró durante la última quincena de diciembre el Congreso Económico del Pensamiento Socialista, del cual, según el relato oficial, habrían emergido algunas de las propuestas después de cinco días de debates. Según un relato publicado en el portal local Crónica Uno, del evento, que estuvo coordinado por los hoy ministros Luis Salas y Jesús Farías, no llegó a emerger una propuesta única para el presidente.

Parte de los economistas chavistas están convencidos de que es necesario un plan de ajuste que incluya la simplificación del batiburrillo cambiario —en Venezuela rigen tres tasas de cambio oficial de acuerdo con el producto que se importa y una cuarta, no oficial, con la que se tasan algunos bienes y servicios en la economía— y un aumento de la gasolina, que se regala en este país.

Farías lo defiende así desde hace seis meses. En julio de 2015 recomendaba al Gobierno “ajustar el control cambiario a la nueva realidad del país” implementando dos tipos de cambio: uno fijado por el Gobierno para los rubros prioritarios y otro donde la moneda estadounidense oscile entre dos bandas de precios.