Julio César Arreaza: El cambio va

Julio César Arreaza: El cambio va

thumbnailjuliocesararreazaNo es un sueño sino una reconfortante realidad; la sociedad democrática luego de una larga travesía en medio de una noche oscura por el desierto en la que le ha tocado librar una desigual, muy difícil y tesonera lucha por la libertad, ha logrado conformar una conciencia nacional que hace posible dar hoy un primer gran paso de avance hacia la reinstitucionalización del país.

Al frente del Parlamento tenemos a Henry Ramos Allup, un estadista bien formado, acompañado de dos vicepresidentes, secretario y subsecretario, que comparados con lo anterior luce un equipo de ensueño, que le ha devuelto la majestad a la casa de todos. Contraste enorme en amplitud, ética, estética y preparación.

Los 112 diputados de la unidad democrática ya se encuentran trabajando a tiempo completo en su labor legislativa centrada en la solución de los agudos problemas que acogotan hoy a los ciudadanos. La agenda de trabajo consiste en honrar fielmente las promesas de campaña, destacándose el estudio del mecanismo constitucional adecuado para la cesación del régimen, porque éste definitivamente se convirtió en el escollo insalvable que impide el cambio del modelo fracasado y corrupto según dispuso la soberanía popular mayoritariamente manifestada.





Vivimos aires de libertad parecidos a los del glorioso 23 de enero de 1958, lo pudimos comprobar cuando acompañamos a nuestros representantes a instalarse como un poder público independiente.
Tenemos 112 diputados y no valen las trapisondas de una sala electoral exprés que actuó fraudulentamente un 30 de diciembre entre gallos y media noche. El régimen autoritario y corrupto desacata flagrantemente la voluntad popular claramente manifestada y reconocida por “el mejor sistema electoral del mundo”.

La justicia parcializada es utilizada para la permanencia en el poder de una cáfila de ineptos y corruptos en lugar de usarse para combatir el crimen, en el país con mayor tasa de homicidios en el mundo. La naturaleza del régimen le impide funcionar con contrapesos institucionales, ellos pretenden blindar su impunidad y jamás rendir cuenta de sus latrocinios.

El talante democrático abrió el parlamento a los medios de comunicación con lo cual se rescata el derecho humano a la información desconocido por el régimen reaccionario y militar, que prefiere las tinieblas a la transparencia.

Lo primero que hicieron los chavistas en 1999 al llegar al Palacio Legislativo fue clausurar la galería de presidentes y votar los cuadros de los ex presidentes del Congreso, Nitu tuvo que recatar el de su papá.

Que clase de moral puede tener un régimen complaciente con el narcotráfico, que expide pasaportes diplomáticos a los capos camaradas que atentan contra la salud y porvenir de la juventud. El general Padrino violó la Constitución al gritar que la FA es chavista. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

@JulioCArreaza