Colas “a ciegas” por productos escasos se multiplican en Ciudad Guayana

Colas “a ciegas” por productos escasos se multiplican en Ciudad Guayana

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En la noche y desde la madrugada, se observan grupos pequeños de personas en los alrededores de los principales supermercados de Ciudad Guayana. Como nunca, no es medular saber qué van a vender, pues los clientes confían en que llegará un camión con mercancía sin importar cuál y a eso se aferran, publica Correo del Caroní.





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A las 10 de la mañana de este viernes, más de 10 personas están a un costado del supermercado Atlantic Center en Villa Bolivia; más de 30 –principalmente mujeres- hacen cola a las afueras del establecimiento chino Mercanaima, la misma cantidad está parada en una cola que ya se vuelve curva en el supermercado Guayana de Unare y cerca de 50 hacen lo propio en Biblo’s Unare.

Nadie sabe qué van a vender. “Acá estamos, esperando, no sabemos si van a vender pero si la Guardia Nacional vino es porque van a vender algo”, asegura Carlos Pérez en los primeros lugares de la cola del Biblo’s Unare, confiado en la sola presencia de los uniformados como garantía de venta.

Adentro, todos niegan con un movimiento de cabeza que se vaya a vender algo, mientras que los estantes se muestran desiertos. No hay arroz, ni pasta, ni harina, ni granos.

Una trabajadora comenta que desconocen si habrá venta de rubros regulados, el tesoro que persiguen quienes a diario hacen cola en un intento por sortear la especulación que significa adquirir rubros regulados en los puestos informales, debido a la baja producción que ha generado desabastecimiento en Venezuela en los últimos meses.

“Uno no sabe qué van a vender y ni siquiera si nos van a vender a los trabajadores”, cuenta al denunciar que muchos comerciantes optan por vender la mercancía con sobreprecio a quienes están dispuestos a pagarla. “Hace unas horas le sacaron a un hombre seis pacas de harina de maíz, ¿te parece justo cuando hay gente afuera haciendo cola? No es justo”, dijo.

En las afueras del supermercado Guayana, en Unare, tampoco hay certeza de qué rubro ofrecerán a la venta pero la cola ya se hace curva de lo larga. “Todos los días se forma la cola, les decimos que no hay nada, pero la gente sigue allí de lunes a sábado, esperando cualquier camión que llegue”, comentó un trabajador del establecimiento, que prefirió no identificarse.

“Aquí no hay nada ahorita comparado con lo que debería haber normalmente, los proveedores dicen que no hay mercancía. Lo único que ha llegado esta semana es harina y aceite”, añadió.

“Si hoy hay desabastecimiento, el Gobierno es por lo menos corresponsable: el 70% de las procesadoras de café están en sus manos y no hay café; es dueño del 50% de la capacidad instalada de pulverización de leche y no hay leche en polvo; es dueño del 55% de la capacidad para la producción de harina de maíz precocida, y no la hay tampoco”. Rodrigo Agudo, experto en el tema agroalimentario.

Con los indicadores de inflación que los expertos, aseguran, cerró en más de 200% en 2015 y se proyecta en más del doble este año, la vía es buscar el ahorro de cualquier forma. “Hago este sacrificio de hacer colas bajo el sol y por horas porque si no lo hago el dinero no rinde, es imposible vivir así, con hambre y sin poder comprar lo básico para sobrevivir”, expresó Ana Gutiérrez.

“La situación es crítica, a veces creo que va a llegar un día en que solo tendremos que comer cable o piedra, porque lo que se ve en los supermercados es una pesadilla, no hay nada”, añadió.

Escasez en escalada

Rodrigo Agudo, experto en el tema agroalimentario, aseveró que la escasez de alimentos en Venezuela se ubica entre 50 y 80%, dependiendo de los rubros, según las cifras que manejan distintos grupos empresariales, “pero lo más triste es que en muchos de esos productos el Gobierno tiene significativa participación en la capacidad instalada para su elaboración, porque son de empresas que fueron expropiadas”.

“Si hoy hay desabastecimiento, el Gobierno es por lo menos corresponsable: el 70% de las procesadoras de café están en sus manos y no hay café; es dueño del 50% de la capacidad instalada de pulverización de leche y no hay leche en polvo; es dueño del 55% de la capacidad para la producción de harina de maíz precocida, y no la hay tampoco; es dueño de 10 de los 16 centrales azucareros del país y produce sólo el 20% mientras que los 6 privados producen el 80% restante; es dueño del 70% de la capacidad instalada de las envasadoras de atún y sardina, y no se consigue ninguno de los dos. Estas cifras dan para la reflexión”, señaló el experto, reseñó un boletín de Unidad Venezuela.

“Al Gobierno ya no le gusta hablar de escasez sino de acaparamiento. A confesión de parte, relevo de pruebas. El acaparamiento no es más que la reserva alimentaria que el consumidor está guardando. Antes, la gente vivía con un mercado de una o dos semanas, pero ahora está tratando de ver si llega a los dos meses”, comentó.

Para Agudo, el presidente Nicolás Maduro debería reconocer que se equivocó de modelo económico y generar confianza para incentivar la inversión y la tranquilidad de la población. “Hoy, el consumidor sale a la calle y si ve pañales, desinfectantes, comida, café o huevos lo compra, y lo guarda o lo cambia, pero lo compra. Esa dinámica no va a regresar a los niveles normales si no bajamos la desconfianza en el consumidor”, indicó.

“Estamos en una situación muy, muy crítica. No hay capacidad nacional para producir los insumos agrícolas que serían transformados en alimentos por la industria, lo cual nos obliga a importar, pero los dólares para importar tampoco los tenemos. Por lo tanto, estamos en presencia de una situación de escasez y, si no se toman las adecuadas medidas de emergencia, vamos a tener una situación de hambre nunca vista en la historia republicana venezolana”, puntualizó.