Juan Fernández: Venezuela en agonía económica

Juan Fernández: Venezuela en agonía económica

thumbnailjuanfernandezEl Gobierno dejó de tener una política petrolera con la llegada de Chávez al poder y en su afán de expandir la “revolución”, para darle sostenibilidad a su proyecto político, se enfrascó en una economía ultradependiente del ingreso petrolero. Para ello convirtió PDVSA en su instrumento, en lugar de tenerla como una palanca para crear riqueza con sus recursos y diversificar la economía. Fue fatal la equivocada premisa de un precio del petróleo en continuo aumento, que a su vez escondía el mal manejo de la gerencia petrolera y la afectación de los recursos provenientes de la actividad (miles de millones de dólares). Al mismo tiempo se generó un cambio estructural del mercado petrolero y el gobierno miró hacia otro lado.

El uso de nuevas técnicas de producción que incrementan la generación de crudo modificó a los actores, entre ellos el rol de EE.UU. en el mercado. A la par, abusando de la bonanza y con una visión cortoplacista, el gobierno desmontó la capacidad de refinación en el exterior justificando que no era rentable. Y con la promesa de construir refinerías desde Vietnam hasta Ecuador, pasando por Siria, China, Nicaragua y Cuba vendió refinerías en EE.UU. y Alemania que hoy permitirían una flexibilidad para colocar suministro y tener ganancias.

Erróneamente, el gobierno se dedicó al establecimiento de suministros antieconómicos como entregas a Bielorrusia y el endeudamiento a cambio de petróleo con China. A esto se suman los suministros políticos hacia Petrocaribe, en especial hacia Cuba y Nicaragua con pérdidas mil millonarias para el país y los elevados niveles de corrupción que involucran a PDVSA. Son estos en realidad los elementos semilla de la mayor crisis económica que vive el país y no la cantaleta de la guerra económica y la conspiración nacional e internacional. Maduro habla de emergencia económica cuando el país lo que vive es una agonía económica de la que el gobierno es el responsable.





Ahora bien, cómo se vislumbra el mercado petrolero con los elementos que hoy explican el comportamiento y la caída del precio petrolero. Actualmente hay una abundante oferta de crudo en el mercado perdurable, tanto por la producción como por los inventarios mundiales que para algunos analistas se cuantifican entre 3.000 y 4.000 millones de barriles. En el caso de EE.UU. están 100 millones de barriles por encima del promedio de los últimos cinco años para un total de 490 millones de barriles. Sumémosle la incertidumbre sobre el desempeño económico global: China tiene el menor crecimiento económico en 2015 de los últimos 25 años (6.9% del PIB), que implica una disminución del intercambio comercial mundial.

Otros países presentan dificultades como Japón y la Unión Europea. Hasta América Latina está muy afectada por la crisis. En Brasil hay recesión y Venezuela tiene un estimado negativo del PIB entre 7 y 9%. También se debe considerar el cese de las sanciones a Irán por el cumplimiento de los acuerdos en cuanto a su programa nuclear, y se asume que 500 mil barriles diarios en el corto plazo entrarían al mercado por parte de Irán. Finalmente, la estrategia de Arabia Saudita de participación de mercado hace prever que los precios bajos continuarán a lo largo del 2016, 2017 inclusive.

El gobierno ruso declara que el ciclo actual de precios podría durar 7 años. Como máximo, se estima que para fines de 2016 tendremos un precio sobre los US$ 40 por barril pero puede caer a US$10 por barril.
En Venezuela la crisis no se remediará en 60 días, por eso el Decreto de Emergencia no será solución. La economía tiene un daño estructural. Solo conseguirá resultados con acuerdos, trabajo, legalidad, garantías, contribución de organismos multilaterales, inversión extranjera y desarrollo del capital nacional.
Con un gobierno que carece de ideas, sin una gerencia de lo público, entrampado en sus contradicciones, y con un sesgo ideológico, toca hacer un diagnóstico verdadero para aplicar medidas. Venezuela necesita un cambio radical de política económica para sacudirse el modelo fracasado de la supuesta revolución. De lo contrario, la economía seguirá agonizando y con ella las esperanzas de un mejor país para todos.

@JFernandeznupa