El islam más conservador ha iniciado una guerra contra el ajedrez en Arabia Saudí. Allí, el jeque Abdelaziz Al Sheikh, una de las máximas autoridades religiosas del país, lo considera una “obra de Satanás” como el alcohol.
Durante un programa de televisión en el que el religioso da consejos y dictámenes para la correcta vida del musulmán, aseguró que el ajedrez está “prohibido” en el islam porque con él se pierde el tiempo y conduce a rivalidad entre la gente.
“Conduce al odio entre jugadores, impide asistir a las pregarias diarias y es, en efecto, una manera de ganar dinero sin merecerlo. Hace pobre al hombre rico y rico al pobre “, afirma Abdelaziz, quien equipara el ajedrez a los juegos de azar, prohibidos en el islam.
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