Gandoleros amenazan con paro acosados por la inseguridad

Gandoleros amenazan con paro acosados por la inseguridad

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La inseguridad sigue acechando a los diferentes sectores de la  sociedad venezolana y  el gremio de los transportistas es uno de los más perjudicados, publica El Tiempo.





Quienes se dedican a  trasladar desde alimentos hasta materiales de construcción, constantemente son acosados por hampones cuando recorren  las rutas, según  denunció el presidente de la Asociación  Civil de Choferes de Carga Pesada de Venezuela, Jorge Hernández.

Recordó que recientemente asesinaron a un  compañero en la población de Unare, al oeste del estado Anzoátegui, para asaltarlo.

Dijo que el conductor fue atacado cuando permanecía estacionado en plena vía arreglando la carga de transportaba.

Advirtió que están proponiendo una hora cero en protesta por  la inseguridad en las carreteras nacionales.

Anunció que en los próximos días irán a Puerto Ordaz para reunirse con los agremiados de este sector. Este tipo de encuentros también lo  harán  en las demás regiones  del país.

Hernández argumentó que activarán la medida para exigir a las autoridades gubernamentales que garanticen la seguridad en las carreteras nacionales, así como la construcción de  dormitorios  en las diferentes rutas,  con el objetivo de que los gandoleros tengan donde descansar y no se vean obligados a permanecer en las vías a merced de los actos delictivos.

Modus
El presidente de la Asociación Civil de Choferes de Carga Pesada de Venezuela  explicó que generalmente los transportistas son interceptados en plena vía.

Según dijo, algunos malhechores se hacen pasar por funcionarios policiales y colocan alcabalas  falsas, otros se trasladan  en motos y grandes camionetas donde cargan con la mercancía que se roban de las gandolas.

El chofer Rafael Romero  contó que a mediados del año pasado fue objeto de un asalto.

Tipo comando
Recordó que traía un cargamento de frutas cuando fue obstaculizado por motorizados y camionetas.

“Fue como una operación comando, me bajaron de la gandola, se llevaron toda la carga y aparte me golpearon. Estoy vivo y contando el cuento es de milagro”.

Señaló que a raíz de esta experiencia son pocos los viajes que hace de noche.

Sin embargo, dijo Romero, “el hampa actúa a todas horas”.
Raúl González, quien aseguró tener más de 30 años dedicado a esta actividad, consideró necesario que se coloquen más puntos de control en las vías y que se incremente el patrullaje, especialmente en aquellas carreteras  más peligrosas.

“Hagan una revisión de las comunidades que han tomado como oficio lanzar cosas en las vías para que las gandolas se volteen sin pensar que ponen en riesgo la vida de nosotros, que también tenemos familia y dolientes”.