Inicia juicio a médico que raptó y encerró a una mujer en un búnker

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Un tribunal de Estocolmo comenzó hoy a juzgar a un médico acusado de secuestrar y abusar sexualmente de una joven que mantuvo encerrada durante seis días en un búnker construido por él durante años en la región de Escania, al sur de Suecia.





EFE

El individuo, de 38 años y residente en esa región, ha sido bautizado por varios medios extranjeros como el “Fritzl sueco”, en referencia al hombre que mantuvo encerrada en el sótano de su casa a su hija durante casi un cuarto de siglo.

El doctor se reunió por primera vez en Estocolmo con la víctima a mediados de septiembre, haciéndose pasar por ciudadano estadounidense, y dos días después se encontraron de nuevo en el piso de ella, donde le administró un somnífero y la violó, según la acusación.

Luego la transportó en silla de ruedas hasta su coche y, de allí, al búnker que había construido durante años junto a su granja.

“No sabía qué iba a ocurrir, si me iba a torturar, matar o violarme”, declaró en el interrogatorio policial la mujer, a la que el médico dijo que la retendría allí durante años, informa hoy el diario “Aftonbladet”.

El doctor viajó solo a Estocolmo en coche para recoger sus objetos personales, pero se encontró con que la policía había cambiado la cerradura y había colgado un cartel en la puerta, después de que hubiera sido denunciada la desaparición de la mujer.

Seis días después de iniciado el cautiverio, volvió a Estocolmo, esta vez con la mujer, y ambos se dirigieron a comisaría para conseguir las nuevas llaves del piso y disipar las dudas sobre su desaparición, pero las sospechas de un agente, que quiso hablar a solas con ella, precipitaron la detención del hombre.

El acusado admite haberla drogado y encerrado en un búnker, pero niega los abusos sexuales, y asegura que padecía un trastorno mental, aunque el estudio psiquiátrico al que ha sido sometido no revela ninguna enfermedad de ese tipo, de acuerdo con el fiscal.

“Mi cliente no ha querido hacer daño a la demandante, solo ha hecho lo necesario para secuestrarla, no la quería obligar a nada. Es una persona muy deprimida, que se desprecia. Estaba desesperado por tener una compañera”, declaró su abogada, Mari Schaub, al inicio del juicio, que se desarrollará a puerta cerrada.

La defensa de la mujer reclama una indemnización de 380.000 coronas suecas (unos 49.960 euros), mientras que el acusado se ha mostrado dispuesto a pagar algo más de la tercera parte.

“No hay ninguna circunstancia atenuante aquí. Se trata de un plan delictivo extremadamente grave que el sospechoso ha ideado”, afirmó el abogado de la mujer, Jens Högström.