La apuesta del chavismo es seguir jugando a la conflictividad política porque eso es lo que ellos creen era el secreto de Chávez, pretenden ganar tiempo desafiando temerariamente unas condiciones económicas, políticas y sociales que ya no dan para más. El chavismo es un movimiento agotado, no de ideas que nunca las tuvo, agotado en las condiciones históricas que lo hicieron posible, sobre todo la desaparición de Chávez y la vaporización de la renta petrolera.
El oficialismo está en la maniobra minúscula como la del decreto de emergencia económica con la que pretendió enredar a la oposición democrática haciéndola cómplice probablemente de un refuerzo con esteroides de las mismas medidas disparatadas que han venido aplicando durante 17 años. El decreto era innecesario. El Pdte. Maduro, si fuera el caso lo hubiese promulgado con la Ley Habilitante en diciembre si es que su preocupación estuviese centrada en los enormes sufrimientos que viene experimentando el país como resultado de la brutal crisis económica.
La conducta de los Ministro de no asistir a la comparecencia ante la Asamblea Nacional a la que están obligados constitucionalmente, políticamente y moralmente, con el argumento falaz de que no se van a prestar a un show publicitario, porque la nueva mayoría democrática había dispuesto que la presentación fuese ante el país a través de los medios de comunicación es un argumento estúpido, el show fue no asistir e incurrir en desacato, pero sobre todo actuar de manera torpe, ilegitima e ilegal negándose a informar al país de la situación económica y a transmitir los planes, programas, políticas públicas, medidas e instrumentos del gobierno para salir de esta situación difícil y asfixiante.
¿Por qué estos funcionarios creen que la población no tiene derecho a estar informada de lo que el régimen pretende hacer si van a ser los sufrientes principales de lo que se haga, sobre el lomo de todos los venezolanos recaerá todo el peso del ajuste así como estamos sufriendo todos el peso de la crisis?
El chavismo quiere seguir jugando a la revolución, cuando saben de sobra que ese tren ya lo perdieron, por la muy sencilla razón de que no son revolucionarios. El chavismo esta reducido a una banda de ultraizquierda aferrados tenazmente al poder y a la corruptela de sus negocios oscuros, pretendiendo hacerle creer estúpidamente al país que ellos no fueron derrotados sino que la oposición gano por un accidente minúsculo. Pero saben la verdad. El madurismo puro y duro se aferrara al poder y no se percibe que estén dispuestos a negociar.
Esperar rectificación o que acometan algún programa de ajuste de mediana calidad para sacar al país del marasmo económico y político es sencillamente un desperdicio de esperanza, la única solución es la finalización constitucional de este ominoso régimen chavista-madurista.