Todos alguna vez hemos experimentado el poder de una risa contagiosa, no importa el lugar, ni el momento, no podemos hacer nada para evitar explotar en una sonora carcajada. De hecho esto es aún más probable si estamos en compañía de alguien más, porque la risa es esencialmente un comportamiento social. Así lo reseña toyfeliz.net
A través de la exhaustiva investigación de la neurocientífica Sophie Sott del Colegio Universitario de Londres, quien ha dedicado su vida a encontrar la ciencia detrás de la risa, podemos saber que las responsables de que la risa sea contagiosa son las llamadas “neuronas espejo” quienes tras recibir un estímulo auditivo positivo, como lo es la risa, activan los músculos faciales preparándolos para sonreír.
Esto demuestra que son las emociones positivas las que generan una mayor respuesta en las neuronas espejo, promoviendo de esta forma la conexión social. El ser humano es un ser social por naturaleza, nuestro cerebro está programado para favorecer la interacción y la empatía con otras personas, conductas fundamentales para desarrollar la vida en sociedad, pero sumado a esto tendríamos el instinto natural a contagiarnos de las emociones positivas.
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