El gobierno exige a los productores de alimentos que mantengan abastecida a la población, pero no les entrega dólares para que importen los suministros que requieren para funcionar. No hay pastillas anticonceptivas, razón por la cual nacen mas niños, pero algunos que hospitales “mueren como pollitos”. Las cifras de inflación no se publican, pero llegan aviones cargados de billetes de 100 bolívares, que cuesta mucho mas de cien bolívares imprimir. Como todo esta muy caro, hay que llevar grandes cantidades de billetes, lo que es una tentación para el hampa en plena expansión. Se le exige a los productores agrícolas que produzcan más y por debajo del costo de producción, pero se le niegan fertilizantes y semillas. Se recomienda a la población que siembre comida en latas y macetas, pero se regula el suministro de agua. Se le pide a los distribuidores que sean más eficientes en la distribución, pero se le decomisan cargamentos y se les atemoriza para que no tengan productos almacenados. Cemento hay, pero como no hay papel, no puede ser envasado, lo cual afecta a la industria de la construcción. Como los suministros médicos también fallan, algunas operaciones están dejando de hacerse y las que se hacen, muchas veces no pueden seguir los protocolos requeridos. Estamos involucionando en materia quirúrgica. La esperanza en circunstancias difíciles es impulsar la educación, que las universidades mejoren sus sistemas de apoyo a la investigación de nuestras dificultades, pero las universidades no tienen presupuesto. Algunos alimentos regulados se consiguen casi regalados, pero como las penurias económicas aprietan, la gente se dedica a la reventa de comida y la población termina pagando los alimentos a precios exhorbitantes. La gasolina es casi gratis, pero como nuestra industria productora de hidrocarburos esta en crisis, tenemos que importarla de EEUU (nuestro enemigo y causante de todos nuestros males) a precios internacionales para venderla a precios locales. Los economistas y los productores ofrecen salidas a la crisis, pero como son el enemigo no se les presta atención. La oposición gana las elecciones de la Asamblea, pero el resto de los poderes en manos de uno solo la bloquea. Para aumentar la eficiencia, el gobierno amenaza con expropiar, pero una vez expropiadas, las empresas dejan de producir. El gobierno pierde seguidores, pero aumenta sus redes sociales. La única salida sería rectificar, peral gobierno le resulta menos costoso acelerar rumbo al abismo.
Verdaderamente, el infierno de Dante Alighieri se quedó corto. En el de La Divina Comedia hay tres tipos de pecadores: los incontinentes, los violentos y los traidores, que son los que hicieron mal conscientemente. En estos últimos hay varias categorías: aquellos de quienes se tiene confianza, los traidores de las las instituciones y los traidores de la patria. Saque usted sus propias conclusiones, amable lector y medite seriamente, no abandone toda esperanza y como el colibrí, llene su piquito de agua y ayude a apagar este infierno en el que estamos envueltos todos.