Oscar Arias: Lo que queda del sueño chavista demanda un baño de realidad (Video)

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“Es cínico pretender ocultar la realidad a las madres que no tiene alimentos para sus hijos, a los hospitales que no tienen  medicamentos para sus pacientes, es cínico hablar de conspiración internacional y de los excesos de un modelo que ha fracasado en todas partes”, expresó Oscar Arias, expresidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz.

Arias aseguró ante la Asamblea Nacional que ninguna campaña de opinión publica por más orwelliana logrará ganarle la carrera a la evidencia. Esto como sinónimo de las sociedades u organizaciones que reproducen actitudes totalitarias y represoras. “Nadie tolera que le obligen a engañarse a sí mismo”, dijo.





“No es posible salir de la crisis profundizando el modelo económico actual sino más bien abandonándolo (…) el tiempo apremia, cada día se hace más oneroso el ajuste. Prolongar la situación actual es, en el mejor de los casos, empujar una utopía”, agregó el premio Nobel.

Señaló que la recuperación requerirá de la ayuda de organismos económicos internacionales y que la función de la Asamblea Nacional es evitar un mal mayor al pueblo venezolano.

En este sentido, afirmó que Venezuela atraviesa una emergencia humanitaria producto de políticas públicas equivocadas. “Lo que queda del sueño chavista, de una sociedad más solidaria, demanda un baño de realidad, la valentía de un nuevo rumbo”.

“Si en algún momento la revolución bolivariana se justificó por sus intenciones, hoy es menester juzgarla por sus resultados”, aseveró el expresidente de Costa Rica.

Entre las exhortaciones del Nobel, está el ajuste en los precios y las tasas de cambio y la liberación inmediata de presos políticos, entre ellos Leopoldo López. “De la libertad de Leopoldo López está que Venezuela pueda ser reconocida como una democracia”.

Insistió en que se avecinan discusiones en extremo delicadas que implicarán el acuerdo de ambos bandos que requerirán doblegarse, como el término del mandato de Maduro. “Esto es más grande que cualquier aspiración personal, más trascendente que cualquier ideología. Es la superviviencia de personas reales”.

“Se requiere de estadistas que se sienten en la mesa y no de caudillos que golpeen la mesa”, sostuvo el Nobel de la Paz.

Para finalizar, aseguró que vendrán días mejores, “no dudo que este pueblo doblado por la desesperanza resurgirá de la mano de quien emprenda las reformas aunque duelan. No dudo que Venezuela volverá a ser próspera, segura y unida, que una vez más volverá a cantar en el Arauca vibrador, hermana de la espuma, de las garzas, de las rosas y del sol”. (lapatilla.com)