El Comercio: El ocaso del eje bolivariano en América Latina. ¿Quién sigue?

El Comercio: El ocaso del eje bolivariano en América Latina. ¿Quién sigue?

Foto: El presidente de Venezuela Nicolás Maduro y sus homólogos de Bolivia, Evo Morales y de Ecuador, Rafael Correa, en Cochabamba, Bolivia en el 2013. (AP Photo/Juan Karita)
Foto: El presidente de Venezuela Nicolás Maduro y sus homólogos de Bolivia, Evo Morales y de Ecuador, Rafael Correa, en Cochabamba, Bolivia en el 2013. (AP Photo/Juan Karita)

La casi segura derrota de Evo Morales en el referéndum con el que pretendía postular por cuarta vez a la Presidencia de Bolivia en el 2019 es el último golpe al llamado eje bolivariano, cuya debacle se inició en el 2013, con la muerte del carismático Hugo Chávez, líder de esta corriente populista que tuvo su auge en la década pasada.

Por: Roger Zuzunaga Ruiz/El Comercio

El triunfo electoral de Hugo Chávez en Venezuela en 1998 dio inicio a un proceso político en la región marcado por el ascenso al poder de organizaciones ligadas a la izquierda y, en algunos casos, de líderes sin mayor pergamino político, apoyados por sociedades frustradas con el desempeño de partidos tradicionales que no supieron solucionar sus más acuciantes problemas.





En enero del 2003, Luiz Inácio Lula da Silva, un ex líder sindical, asumía la Presidencia de Brasil y llevaba al poder por primera vez al Partido de los Trabajadores (PT).

De manera formal, Brasil no ha pertenecido al eje bolivariano; pero Lula, gran amigo de Chávez, sí simpatizaba con esa corriente política y fue un aliado clave de Chávez en numerosos foros regionales, además de impulsar estratégicas asociaciones comerciales.

Hoy Brasil es gobernado por la heredera de Lula, Dilma Rousseff, quien debe enfrentar los pasivos de más de una década de corrupción incubada en el Estado a través de la empresa Petrobras, con políticos del PT y sus aliados como los principales protagonistas.

Con su popularidad en el piso, Dilma corre el riesgo de ser sometida a juicio político y finalmente ser sacada del poder. Además, si hoy fueran las elecciones en Brasil, la derecha tomaría el poder.

Un proceso similar sucedió en Argentina, otro país que no integró de manera formal el eje bolivariano, pero que sí fue un aliado clave de Chávez.

En mayo del 2003, el peronista Néstor Kirchner asumió la Presidencia de Argentina. Pronto se empezó a entender bien con Chávez, al punto que el venezolano, que tenía la billetera llena gracias a los altos precios del petróleo, le pagó la deuda externa a Argentina.

Otro hito en la relación entre Argentina y Venezuela fue la IV Cumbre de las Américas, realizada en Mar del Plata en el 2005 y recordada porque en ese lugar se firmó el acta de defunción del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), promovido por Estados Unidos y rechazado con vehemencia por los bolivariano, con Chávez a la cabeza.

A Néstor le siguió su esposa Cristina Fernández en el poder en Argentina. Durante su gestión también se mantuvo la estrecha relación con los bolivarianos.

Sin embargo, hoy la realidad de Argentina es otra. La derecha está en el poder desde diciembre del año pasado, cuando Mauricio Macri asumió la Presidencia del país. Demás está decir que Macri es un enemigo declarado del heredero de Chávez, Nicolás Maduro.

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